Los vestidos de punto son un elemento obligado del fondo de armario. Su textura suave y versátil es perfecta para combinar con todo tipo de complementos, como gabardinas de cuero, mezclilla o lana. En cuanto a los zapatos, se fusionan a mocasines y tenis sin problema alguno. Pero, cuando se unen a botas altas, generan un efecto glamuroso, justo lo que buscan los códigos empresariales. No sobra resaltar que al tratarse de una ocasión formal, es mejor optar por colores básicos como el marrón, el verde oliva, gris o negro.
Botas de piel con plataforma y vestidos lenceros
Esta es otra alternativa fácil y muy elegante para portar en semanas laborales. Según el street style, los vestidos lenceros sin encaje y cortes seductores, serán precisos para un código formal. No estará de más añadir un blazer para cubrir los hombros y crear un resultado más sutil y recatado. Para finalizar y dar un toque en tendencia, unas botas de piel con plataforma son nuestra elección.
Botas de piel a los muslos con vestidos cortos
No, ya no está prohibido portar vestidos cortos en la oficina, todo será cuestión de lucirlos de forma apropiada. Para no dar pasos en falso o exhibir más de lo debido, recomendamos fusionarlos a unas botas a los muslos. Estas cubrirán aquellos que deseamos ocultar y de paso darán actualidad. Se podrá completar con una blusa boho, un suéter de cuello alto o un top tejido.