Todos los años, en septiembre, Giannino Aluigi entra en acción. El presidente del “Club de los Feos” tiene una reputación que defender. Después de todo, su “Club dei Brutti” existe desde hace más de 100 años y cuenta con 32 000 socios de todo el mundo. De los cuales, muchos viajan entusiasmados y con grandes expectativas al anual “Festival de los Feos”, con sus coloridos desfiles, vino, bailes y canciones. El momento cúspide de la fiesta: la elección del hombre más feo de Italia. La votación se lleva a cabo con humor y un ligero guiño de complicidad. Porque nadie debería sentirse mal, se piensa en Piobbico, por no cumplir los absurdamente elevados cánones de belleza de la sociedad mayoritaria. Una historia estrambótica con un trasfondo serio, porque además del jovial presidente, Giannino Aluigi, el equipo de grabación conoce a personas como “Poldo” Isabettini, a quien un accidente marcó de por vida con profundas cicatrices externas e internas. Poldo, no obstante, está orgulloso de ser el “Hombre más feo de Italia” y se presentará en Piobbico para ser reelegido. No sólo por ambición deportiva. Para él también es una cuestión de autoafirmación.
