Las frases que no deberíamos decir a un niño con altas capacidades


Rubén García Díaz

El lenguaje gestual y verbal es esencial en la crianza. Es un arma muy poderosa tanto en un sentido negativo como en el positivo. Y cobra si cabe más importancia cuando hablamos de niños y niñas con altas capacidades, a los que no deberíamos decir según qué frases o mensajes.

Cuidar la manera en la que nos dirigimos a nuestros hijos, y a cualquier menor en general, es fundamental. En ello insisten los especialistas en pedagogía como Rafa Guerrero y los neuropsicólogos infantiles como Álvaro Bilbao.

Aquello que les decimos y cómo se lo décimos tiene un impacto enorme en su autoestima, en su salud emocional y también en su educación. Y en el caso de los niños con altas capacidades tendemos a meter la pata más de la cuenta los adultos por puro desconocimiento; por no entender las características que distinguen a estos peques.

En un post relativamente reciente incidía en ello Ana Araujo, una mamá que convive en casa con las altas capacidades y comparte su experiencia en Instagram con miles de seguidores. Ella hace referencia en el vídeo a aquellas frases que los niños de altas capacidades escuchan en el colegio y no deberían hacerlo, pero lo cierto es que todas son extrapolables a otros contextos sociales.

Estas son las frases que no deberíamos decir a un niño con altas capacidades

Del post de Ana Araujo hemos decidido extraer las frases o mensajes cotidianas que ella destaca que los niños con altas capacidades oyen en el colegio cuando no debería ser así para intentar dar visibilidad a las características de estos niños y niñas y ayudarte a entender, si no has tratado nunca con alguno de ellos, por qué cuidar el lenguaje es especialmente importante con ellos.

Un lenguaje que debe cuidar muy mucho su contenido y su forma, eliminado de la ecuación frases como estas que recopilamos a continuación:

  • “Tú no puedes contestar”. Como sabemos que es inteligente, que puede saberse más respuestas que otros niños, que sus propios hermanos, tendemos a silenciarlos con frases como “Contestamos todos menos tú”.
  • “Es que eso ahora no toca”. Ana Araujo destaca esta frase que no deberían escuchar los niños y niñas con altas capacidades en el colegio, pero es perfectamente extrapolable al contexto familiar, por ejemplo. En realidad, siempre deberíamos legitimar la aportación de un niño o niña, y es lo que debemos hacer también con los que tienen altas capacidades y deciden participar, aunque sea con comentarios no esperados por el adulto que está escuchando.
  • “Espera un poquito”. Como los niños y niñas con altas capacidades suelen terminar rápido las tareas relacionadas con el ámbito escolar, es una tentación que debemos evitar los padres, personal docente y también el resto de personas que traten con este tipo de peques decirles que deben esperar. Hacerlo, y sobre todo si es reiterado, aumenta las posibilidades de que aburran, lo cual puede tener consecuencias muy negativas en el ámbito escolar.
  • “No puedes ser el ‘capitán’”. O “el líder”, o “el organizador u organizadora”. No todos los perfiles de altas capacidades tienden a tomar el liderazgo de situaciones que requieren trabajo en equipo, pero lo hacen en un porcentaje alto de ocasiones, y muchos adultos tienden a cometer el error de cortarles las alas pensando que por ello van a empequeñecer a los demás niños y niñas que estén jugando o trabajando con él o ella. No tiene por qué ser así. Si el objetivo es rotar y dar la oportunidad de liderar a otros niños o niñas, se puede decir lo mismo sin utilizar una construcción negativa como las que se nos escapan a menudo a los adultos.
  • “No te pongas así, no es para tanto”. La mayoría de niños y niñas con altas capacidades, además de rígidos y muy literales, son especialmente sensibles, de forma que es un error en la mayoría de los casos intentar quitar hierro al asunto a algo que les haya disgustado por poco importante que parezca a tus ojos. Legitimar sus emociones es el primer paso para acompañarles y ayudarles. Lo es con todos los niños y niñas, pero en el caso de los peques con altas capacidades te puede ocurrir que no entiendas por qué le han dado tanta importancia cuando para ti no la tiene.
  • “Eres un exagerado/a”. Es una frase que hila con la anterior, y también es habitual escuchársela a personas que no tienen mucha experiencia con las altas capacidades cuando se dirigen a este tipo de niños y niñas. La explicación del punto anterior es válida para este.
  • “No toca hacer esto”. La última frase que no deberíamos decir a los niños y niñas con altas capacidades tiene que ver con aquello que les apetezca a hacer y con dirigirles. En el colegio es más complicado para los docentes porque deben dirigir una clase colectiva con diferentes necesidades, pero en casa es importante no querer dirigirles todo el rato. Debemos dejar que sus intereses y motivaciones fluyan con naturalidad. Si quieren leer en vez de pintar, facilítaselo. Y si quieren pintar así en vez de “asá”, no pasa nada. 



Source link

Compártelo: