Al cumplir Disney un siglo de historia, compilamos 100 canciones que han ayudado a definir la marca.
En octubre de 1923, los hermanos Walt y Roy O. Disney fundaron Disney Brothers Studio para tener un lugar para producir los cortos híbridos de animación y con actores reales que Walt estaba creando en ese momento. En el siglo transcurrido desde entonces, Disney se ha convertido en una parte inextricable de la cultura estadounidense como el béisbol, la parrilla y el blues — una constante cultural que ha seguido definiendo no solo la experiencia compartida de cada generación, sino gran parte del tejido que conecta a gente de todas las edades. Y la música ha estado en el centro de todo eso.
Desde el primer corto exitoso del estudio, Steamboat Willie (con los temas “Steamboat Bill” y “Turkey in the Straw”) en 1928, hasta el reciente estreno de The Little Mermaid (La Sirenita, con nuevas canciones de los legendarios escribas de Disney Alan Menken y Lin-Manuel Miranda y la estrella pop Halle Bailey en el papel principal), la música ha sido el combustible de toda la maquinaria de Disney. Ha desempeñado un papel esencial no solo en docenas de clásicos del estudio (animados, con actores reales o una combinación de ambos), sino también en la gran mayoría de sus programas de televisión exclusivos de Disney Channel, e incluso en las atracciones de los parques temáticos que mantienen a los fans regresando año tras año.
Con eso en mente, celebramos el Siglo de Disney con nuestra lista de las 100 mejores canciones del Gran Mundo de Disney: cualquier composición, desde números pop hasta melodías para shows y partituras instrumentales, creadas específicamente para una propiedad de Disney. Eso significa que no incluimos canciones preexistentes que hayan llegado a asociarse con obras de Disney (lo sentimos mucho, fanáticos de The Sorcerer’s Apprentice, o El Aprendiz de Brujo), ni canciones escritas para propiedades adquiridas más tarde por Disney (como Los Simpson o Star Wars). Pero aún así, hay cientos de momentos musicales inolvidables de los que elegir, que abarcan múltiples décadas, géneros y formatos y conllevan toda una vida de recuerdos.
De este modo, presentamos nuestras 100 canciones favoritas de todo el universo de Disney: en otras palabras, la lista más feliz del mundo.
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“Into the Unknown” (Frozen II, 2019)
La escena: Todo va bien en el reino de Arendelle tras los acontecimientos de la primera película de Frozen, pero Elsa (Idina Menzel) sigue inquieta. Después de todo, nunca obtuvo respuestas sobre por qué tiene sus superpoderes para hacer nieve. Es un misterio del que se aleja al principio, pero a lo largo de esta canción, redescubre su poder y decide buscar su derecho natural después de todo.
Por qué funciona: Los mismos compositores de “Let It Go”, Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez, probablemente sabían que no había manera de igualar el éxito del éxito de la primera película, y fueron inteligentes al dejar que “Into the Unknown” (en español “Mucho más allá”) existiera como una entidad propia. Suena menos como un intento de recreación de su predecesora y más como una continuación orgánica que habla de la dicotomía entre el estado mental de Elsa en la primera película y la secuela.
Momento mágico: El motivo helado de la nota alta que reprende a Elsa a lo largo de la canción, interpretado por la artista invitada Aurora. — HANNAH DAILEY
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“Nothing Can Stop Us Now” (Mickey & Minnie’s Runaway Railway, 2020)
La escena: Dentro de la atracción Mickey & Minnie’s Runaway Railway (en Disneyland en Anaheim, California y Disney’s Hollywood Studios en Orlando, Florida), estás invitado al estreno del nuevo cortometraje animado Perfect Picnic. Lo protagonizan Mickey y Minnie (y su mejor amigo, el perro Pluto) quienes cantan “Nothing Can Stop Us Now” mientras se embarcan en un día en el que Minnie canta que “absolutamente nada saldrá mal”. Por supuesto, todo sale absolutamente mal: se produce el caos y te vuelves parte de la caricatura misma.
Por qué funciona: La nostálgica tonada de jazz evoca el largo legado de Mickey y Minnie como los principales representantes de marca de House of Mouse, mientras que su letra alegre y optimista crea expectativas equivocadas sobre la acción de la atracción. ¿Qué podría salir mal en “la carretera abierta” donde “todo es tan melodioso”? (Bono: la melodía también funciona independientemente del viaje, como una especie de melodía pegadiza prima de “Walking On Sunshine” de Katrina & The Waves).
Momento mágico: (¡Alerta de spoiler!) Si te montas en la atracción, escucharás una versión de la canción al final de la frenética aventura, donde Mickey y Minnie se cantan dulcemente el uno al otro (y a ti): “De alguna manera sabía que finalmente lo lograríamos… contigo a mi lado… nada puede detenernos ahora.” En la versión de la canción lanzada como sencillo, ese último verso no aparece; en su lugar hay un final deslumbrante en el que el dúo canta sobre viajar “de la mano por este país de las maravillas”. — KEITH CAULFIELD
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“Best of Friends” (The Fox and the Hound / El Zorro y El Sabueso, 1981)
La escena: Big Mama, un búho que lo ve todo y todo lo sabe, narra felizmente el primer encuentro de los personajes principales: un bebé zorro llamado Tod y un bebé sabueso llamado Copper. Aunque enemigos natos, ambos se hacen amigos rápidamente.
Por qué funciona: La canción habla de dúos poco probables, con Big Mama apoyándolos para que lo logren. Pero más aún, “Best of Friends” (“Si amigo sabes ser” en español) establece la tensión de toda la película: “Cuando estos momentos hayan pasado, ¿durará esa amistad?/ ¿Quién puede decir si hay una manera?/ Oh, espero, espero que nunca termine/ Porque eres el mejor de los amigos”.
Momento mágico: Cuando Big Mama se da cuenta por primera vez de lo que sucede justo frente a ella y cruza sus alas emplumadas para decir: “Vaya, mira eso. ¡Un zorro y un sabueso! Jugando juntos”, antes de empezar a cantar. — LYNDSEY HAVENS
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“He’s a Tramp” (Lady and the Tramp / La Dama y El Vagabundo, 1955)
La escena: Después de dar a parar a la cárcel para perros (o, en este caso, en la perrera), la elegante Dama se encuentra con nuevos amigos, incluida la sensual Peg de Peggy Lee, que canta esta canción (titulada en español “Es un golfo”). Es en este momento que la Dama se entera (a través de la interpretación jazzística de Peg) que el perro callejero del que se está enamorada en realidad es considerado un rompecorazones.
Por qué funciona: Si bien la letra lo describe como un cachorro pícaro y no tan fiel, la canción tiene un ritmo de jazz pegadizo con el que no podrás evitar mover al ritmo los pies. También es una canción más alegre, y cuando se combina con los sutiles aullidos de los perros vecinos, realmente te transporta al momento de la película.
Momento mágico: Tras describir todas las cualidades negativas del personaje principal, Lee se desvanece y admite que, independientemente de sus defectos, todavía desearía poder “viajar por su camino”, dejando en claro el encanto que el Vagabundo tiene sobre las personas. — RYLEE JOHNSTON
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“Golden Dream” (The American Adventure, 1982)
La escena: No hay tanto para ver en el pabellón The American Adventure de EPCOT como en las otras 10 naciones representadas, pero de lo que sí se jacta la atracción es de una excursión de media hora a la historia de Estados Unidos, con la banda sonora de “Golden Dream”: un himno apropiadamente grandilocuente que lanza múltiples palabras patrióticas de moda (¡Libertad! ¡Alas doradas! ¡Nuevas fronteras!) a lo largo de sus cuatro minutos.
Por qué funciona: Cuando se escribe una canción sobre el patriotismo estadounidense, hay una línea muy delgada entre la reverencia y la pura vergüenza. “Golden Dream”, con letra de Randy Bright y Lynn Hart y música de Robert Moline, evita esta última gracias a que se mantiene lo suficientemente amplia en sus temas al tiempo que ofrece un coro grandioso que mejora cada vez que se repite.
Momento mágico: Dependiendo de la versión que estés escuchando en casa, es posible que solo obtengas la instrumentación y la letra estándar. Pero la versión de “Golden Dream” en la atracción agrega audios de discursos famosos de John F. Kennedy y Martin Luther King Jr. además del aterrizaje en la luna de Neil Armstrong. La propaganda es real y es hermosa (y, francamente, no vale la pena escuchar una versión sin eso). — KEVIN RUTHERFORD
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“I’ll Get You What You Want (Cockatoo in Malibu)” (Muppets Most Wanted / Muppets 2: Los Más Buscados, 2014)
La escena: La Rana René ha sido secuestrada y reemplazada por Constantine, el criminal más buscado del mundo con un asombroso parecido a René. El sospechoso doppelgänger toma su lugar en una gira junto al resto de los Muppets (incluyendo a Miss Piggy) como tapadera para su serie de crímenes internacionales. En la escena de “I’ll Get You What You Want” (o en su versión en español “Yo te lo daré”), Constantine debe hacer que una Piggy molesta vuelva a estar de su lado, disculpándose y prometiéndole que le dará todo lo que quiera.
Por qué funciona: La pegadiza canción, escrita por Bret McKenzie de Flight of the Conchords e interpretada en la película por Matt Vogel, es un delirio febril disco-pop de los 80. Constantine se apoya en su encanto ultraelegante, cortejando a Piggy para hacerla creer que él podría darle el mundo entero. Entre sus ofrendas memorables: un unicornio, un cachorro, un anillo de diamantes, una cosilla y una cacatúa (en Malibú).
Momento mágico: Mientras Constantine recita una escandalosa promesa tras otra (“Si quieres un armadillo, te lo daré… Una estrella de Hollywood, te la daré”), se da cuenta de que ha excedido su oferta al preguntar “¿Quieres ir a la luna?” Hace una pausa y se recupera, cantando “¡Oooh, veré qué puedo hacer!” — K.C.
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“On My Way” (Brother Bear / Tierra de Osos, 2003)
La escena: Poco después de transformarse mágicamente en un oso, un gruñón Kenai se une a un cachorro joven y exuberante llamado Koda para encontrar el camino a casa. Su alianza se complicará una vez que Koda descubra que Kenai persiguió y mató a su mamá osa cuando aún era humano, pero por ahora, ambos están en el comienzo oficial de su esencial y adorable hermandad.
Por qué funciona: Una canción sobre osos parlantes podría haber resultado demasiado cursi, pero la letra simple y poco específica de Phil Collins y su cálida instrumentación hacen que “On My Way” (en español “En marcha estoy”) sea lo suficientemente clásica como para funcionar tanto dentro como fuera del contexto de la película.
Momento mágico: Cuando la vocecita emocionada de Koda se une al final para decir: “¡Sí, voy en camino!” — H.D.
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“A Place Called Slaughter Race” (Ralph Breaks the Internet / Fiebre del Azúcar en Línea, 2018)
La escena: Aburrida de Sugar Rush (una vez el hogar de su mejor amigo Ralph), Vanellope se siente insatisfecha y, en el salvaje mundo del internet, conoce a las princesas de Disney, quienes le aconsejan mirar fijamente a un poco de agua y cantar su propia canción “I Want” para descubrir qué es lo que realmente desea en un juego. Resulta que lo que quiere es quemar caucho junto a la piloto Shank en la carrera Slaughter Race en el universo de Ralph y quizás nunca abandonar sus calles llenas de escombros.
Por qué funciona: La hilarante escena anterior de Vanellope con las princesas no podría servir de mejor antesala para la canción: mientras mira fijamente un charco y entra en un foco de luz que literalmente la encuentra, comienza a cantar lo que es esencialmente ser “Parte de tu mundo” sobre Slaughter Race. (Tampoco es casualidad que Alan Menken compusiera ambas canciones).
Momento mágico: La apertura lírica toca los tropos melódicos de la canción “I Want” de Disney, incluso cuando su letra se burla de ellos e insinúa algo más subversivo por venir: “Mira, estoy rimando; Mi espíritu está subiendo / Como me llaman a través de esta niebla de maza / A este lugar llamado Slaughter Race”. — REBECCA MILZOFF
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“Promise” (IllumiNations: Reflections of Earth, 1999)
La escena: El 1 de octubre de 1999, mientras caía la noche sobre las aguas de la World Showcase Lagoon de EPCOT Center, el cielo estalló en fuegos artificiales sincronizados con una partitura dramática, mientras se proyectaban imágenes de la naturaleza, obras de la humanidad y líderes mundiales en un globo terrestre de 8,5 metros (28 pies) de diámetro. La espectacular producción, creada por el veterano director de espectáculos de Disney Don Dorsey, debutó esa noche como parte de la celebración del milenio del centro turístico de Florida y continuó presentándose durante 20 años como llumiNations: Reflections of Earth. En medio del drama auditivo y visual, se escuchó la voz de Kellie Ann Coffey cantando “Promise”, compuesta por Gavin Greenaway con letra de Dorsey: “Cada noche trae un final/ Cada día se convierte en un legado…”
Por qué funciona: Resulta tentador citar las estadísticas de Disney para el espectáculo que contiene “Promise”: 67 computadoras, 258 luces estroboscópicas, 180.000 diodos emisores de luz, 37 boquillas lanzando llamas de propano al aire. Pero lo que más recuerdan los asistentes es la belleza de la suave melodía de Greenaway en “Promise”, el optimismo de la letra de Dorsey y el elevado encanto de la voz de Coffey, quien ganó el Premio ACM a la mejor nueva vocalista femenina en 2003.
Momento mágico: “A lo largo de los años, he recibido innumerables mensajes de fans que usan ‘Promise’ como su canción de boda”, dijo Dorsey recientemente a Billboard. — THOM DUFFY
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“Strut” (The Cheetah Girls 2, 2006)
La escena: Después de intentar triunfar en Manhattan, Cheetah Girls Galleria (Raven-Symoné), Chanel (Adrienne Bailon), Aqua (Kiely Williams) y Dorothea (Sabrina Bryan) aterrizan en Barcelona para llevar sus sueños de ser superestrellas al siguiente nivel. Con la ayuda del guapísimo guitarrista Ángel (Peter Vives), “Strut” es una introducción contagiosamente maravillosa a la animada ciudad española, tanto para el grupo ficticio de chicas como para los espectadores en casa.
Por qué funciona: Marca la pauta para la película original de Disney Channel como un todo, fusionando el flamenco con varias características de un éxito de la era de Destiny’s Child. Además, “Strut” cumple el propósito que implica su título, así que sí, no te arrepentirás de agregarla a tu lista para escuchar en su próxima salida con amigas.
Momento mágico: La voz de Ángel al final de la canción, sobre la interpretación final del coro del cuarteto, era todo el incentivo necesario para querer programar un viaje a Barna: “Bienvenidos/ Esto es mi sueño/ Síganme y descubran mi Barcelona”, canta en español. — DANIELLE PASCUAL
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“Wouldn’t Change a Thing” (Camp Rock 2, 2010)
La escena: Mitchie (Demi Lovato) y Shane (Joe Jonas) están en problemas. Se suponía que este sería su primer verano como pareja, pero todo en lo que Mitchie puede concentrarse es en derrotar a sus rivales de Camp Star en una épica batalla de bandas televisada a nivel nacional, mientras Shane solo quiere relajarse. ¿Podrá su amor adolescente superar esta adversidad? Ambas estrellas descubren a través de armonías poderosas — que solo Lovato podría haber logrado, en contraste con sus compañeras estrellas de Disney Channel de finales de la década de 2000 — que a pesar de sus diferencias, sí pueden hacerlo.
Por qué funciona: Los espectadores de la secuela de Camp Rock sabían instintivamente que un dueto entre las estrellas de la película era inevitable. La única pregunta era: ¿se compararía con la deliciosa mezcla de “This Is Me” y “Gotta Find You” interpretada por Lovato y Jonas al final de la primera película? “Wouldn’t Change a Thing” elimina por completo las expectativas, gracias a su letra y melodías perfectamente sincronizadas, y la intensa química vocal de la expareja de la vida real.
Momento mágico: Cuando Lovato y Jonas intercambian versos durante el puente antes de unirse una vez más para un entusiasta coro final. Su relación no habrá funcionado en al vida real, pero este dueto único nos hace pensar que sus personajes todavía están felizmente enamorados, dirigiendo su propio campamento de verano de rock and roll en alguna parte. — H.D.
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“Ultimate” (Freaky Friday / Un Viernes de Locos, 2003)
La escena: Después de un fiasco hilarante (y algo aterrador) de intercambio de cuerpos, Anna Coleman (Lindsey Lohan) siente un mayor respeto por su madre Tess (Jamie Lee Curtis) y su futuro padrastro Ryan (Mark Harmon). Para celebrar la boda de su madre, ella y la banda de pop-punk de su escuela secundaria, Pink Slip, interpretan una oda para encontrar al chico perfecto a medida que avanzan los créditos de la película.
Por qué funciona: Los padrastros suelen ser tildados de “malvados” en las típicas películas de Disney; solo pregúntale a Blancanieves, La Cenicienta o Rapunzel sobre sus relaciones con sus propias madrastras maliciosas. Ver una película de Disney en la que la nueva integrante de la familia no solo tiene buena reputación, sino también toda una canción dedicada a su existencia, es el tipo de giro conmovedor que deberíamos haber visto más a menudo. También ayuda que Pink Slip sea una banda absolutamente increíble.
Momento mágico: ¿Pensaste que ibas a tener un solo de guitarra eléctrica absolutamente increíble en una película de Disney? ¡Sorpresa! El gran momento en solitario de Anna, con todo y sacudidas de cabeza, poses de rock y aterrizaje de un salto sobre sus rodillas con un vestido de seda rosa, es la cereza de este delicioso momento. — STEPHEN DAW
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“Stand Out” (A Goofy Movie / Goofy, la película, 1995)
La escena: Max, el hijo del personaje clásico de Disney Goofy, está a punto de terminar otro año escolar sintiéndose como un paria en la escuela. El joven Goof está llegando a la mayoría de edad y en sus pesadillas se ve a sí mismo convirtiéndose en su padre poco cool. Entonces, en un esfuerzo por “destacarse”, él y sus amigos elaboran una broma en la que Max finge ser la estrella pop más grande en el universo cinematográfico de la película de Goofy: Powerline.
Por qué funciona: Powerline se siente como una combinación entre Michael Jackson en traje espacial y el integrante de una banda de chicos sobreproducida, y de alguna manera su sencillo te aumenta la adrenalina y te hace querer hacer el Moonwalk en el escenario de tu escuela, tu sala de estar o donde sea que tengas el placer de escuchar “Stand Out”.
Momento mágico: Aproximadamente a dos tercios de la canción, Powerline desacelera (algo que Max imita) para un verso coqueto hablado que dice: “No hay nada que no haría si te hiciera notar que estoy vivo”. — TAYLOR MIMS
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“Candle on the Water” (Pete’s Dragon / Mi Amigo el Dragón, 1977)
La escena: Mientras los protagonistas Pete y el dragón ocasionalmente invisible Elliott intentan establecerse en la ciudad del cabo de Passamaquoddy, Nora (Helen Reddy), la hija del farero local, canta esta impresionante balada a su amado prometido Paul, que tiene la mayor parte del año desaparecido. A pesar de la insistencia de su padre en que Paul está muerto, Nora se niega a perder la esperanza de que esté allá afuera, tratando de regresar a casa.
Por qué funciona: En una historia tan fantástica y a menudo ridícula como Pete’s Dragon, necesitas una buena dosis de composición dramática y sentimental para establecer lo que está en riesgo. La conmovedora canción de Al Kasha y Joel Hirschhorn hace eso con creces, con la fenomenal interpretación vocal de Reddy que hace de “Candle on the Water” una balada para la historia.
Momento mágico: Si tu corazón no se hincha con la música cuando Reddy canta “pronto verás un rayo dorado de luz”, entonces disfruta de ser un robot, supongo. — S.D.
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“One Little Spark” (Journey Into Imagination With Figment, 1983)
La escena: Acabas de ser bombardeado con esencia de zorrillo, casi atropellado por un “tren de pensamientos”, y tratado con una variedad de trucos oculares extravagantes. Ahora, el dragón púrpura Figment está listo para realmente liberar tu imaginación con “One Little Spark”, una canción trepidante que celebra la apertura de tu mente a las imágenes, los sonidos y los olores que realmente pueden inyectar un poco de energía a tu lado creativo.
Por qué funciona: Independientemente de su iteración — desde la versión original escrita por los hermanos Sherman hasta la actualización de los 2000 con Eric Idle —, “One Little Spark” contiene la esencia pura de lo que EPCOT era originalmente. Es alocada, pegadiza, esclarecedora e inspiradora, todo a la vez; tanto que cuando se retiró de la atracción a finales de los 90, su ausencia no duró mucho.
Momento mágico: Básicamente, hay dos melodías principales en la más reciente edición: El repetido estribillo de Figment “Imagination! Imagination!” y el tema “One little spark/ of inspiration” de Dr. Nigel Channing (Idle) basado en los versos anteriores de Figment. Son infernalmente pegadizos por sí solos y, al final, ambos se escuchan simultáneamente. Doblemente memorable. Buena suerte sacándotela de la cabeza. — K.R.
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“The Three Caballeros” (The Three Caballeros / Los Tres Caballeros, 1944)
La escena: El prólogo de la película de 1944 presenta al Pato Donald bailando al compás de sus dos amigos, el loro José Carioca y el gallo Panchito Pistoles, destinados a representar a Brasil y México, respectivamente. Estos amigos aviares luego le dan a Donald una serie de obsequios que lo transportan a lugares que ilustran (a menudo con estereotipos culturales un tanto cliché, desafortunadamente) la cultura latina. Producida por Disney para crear buena voluntad entre Estados Unidos y América Latina, la película presenta un elenco completamente latino y fue nominada a dos Premios de la Academia.
Por qué funciona: Porque el robusto tenor del pájaro mexicano Panchito Pistoles, con la voz del cantante Joaquín Garay, combina muy bien con la alegre sección de cuerdas y metales de la canción y la camaradería tonta de este trío de héroes ensombrerados.
Momento mágico: Pistoles sostiene una nota por 20 segundos mientras el Pato Donald y José Carioca hacen grandes travesuras — abren un agujero en el suelo a su alrededor, lo meten en un ataúd, cultivan un arbusto y le prenden fuego — para detenerlo. Pero todo de manera muy divertida. — KATIE BAIN
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“Grim Grinning Ghosts” (The Haunted Mansion, 1969)
La escena: En la atracción The Haunted Mansion (La Mansión Embrujada), los visitantes realizan un recorrido por una morada espeluznante donde un anfitrión fantasma invisible dice que hay 999 lugares felices en la enorme mansión. Pero, hay “espacio para mil, ¿algún voluntario?” Las variaciones de la melodía se escuchan a lo largo del viaje en una variedad de escenarios humorísticamente escalofriantes, pero quizás lo más famoso es la escena final del cementerio. Allí, casi dos docenas de “fantasmas sombríos sonrientes”, que participan en divertidas situaciones del más allá, cantan alegremente para los invitados que pasan.
Por qué funciona: La canción, con música de Buddy Baker y letra del legendario “imaginiero” de Disney X Atencio, triunfa como una pegadiza melodía atmosférica. Dependiendo de cuándo la escuches, y en qué versión, dentro de la atracción, puede provocar risas o dar algo de miedo. “Grim Grinning Ghosts” se escucha en iteraciones de The Haunted Mansion en los parques de Disney de todo el mundo.
Momento mágico: Al final de la atracción, en la mayoría de sus versiones, se escucha una inquietante versión a cappella de la canción, donde los vocalistas te instan diciendo “regresa pronto, nos gustaría tu compañía”. — K.C.
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“Portobello Road” (Bedknobs and Broomsticks / Travesuras de una Bruja, 1971)
La escena: David Tomlinson (quien interpretó siete años antes a George Banks en Mary Poppins), serpentea por la vía principal mientras canta la alegre pero misteriosa canción acompañada de acordeón sobre los vendedores ambulantes, que ofrecen “cualquier cosa y todo lo que un tipo puede descargar”.
Por qué funciona: La canción, triste y romántica, encarna el espíritu de la carretera misma: un lugar con misterio, historia y la posibilidad de peligro. De hecho, el mismo espíritu de la magia se desplegará por lo que los héroes de la película encuentran aquí.
Momento mágico: Cuando Emelius Browne (Tomlinson) revela la falsa naturaleza de las muchas “imitaciones baratas de reliquias familiares de antaño” de la carretera, una figura morena despierta con la mención del libro de hechizos que Browne y su equipo buscan, lo que indica que no todo en Portobello Road es falsificación. — K.B.
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“Surface Pressure” (Encanto, 2021)
La escena: La inteligente Casita de la Familia Madrigal parece estar resquebrajándose, y a Mirabel le preocupa que la magia del milagro familiar esté muriendo, pero nadie más parece preocupado. Bueno, hasta que su hermana mayor, Luisa, cuyo don mágico es la superfuerza, revela su propia ansiedad con un tic en el ojo y confiesa (¡cantando!) que se está sintiendo abrumada por todas las expectativas que se tienen de ella.
Por qué funciona: Estructuralmente, musicalmente, líricamente, todo sobre la construcción de la canción (con la versión en español “En lo profundo/Peso”) refleja a la perfección el colapso mental de Luisa, desde el palpitante “¡Estoy bien!” inicial hasta el verso al estilo de reggaetón (todas las revelaciones “bajo la superficie…”) a un estribillo que literalmente suena como una fachada desmoronándose (“Presión como un goteo, goteo, goteo que nunca parará/ Whoa-oh”), a un puente flotante en el que imagina una vida alternativa, menos estresante.
Momento mágico: La canción está llena del tipo de rima interna y jujitsu lírico que define a Lin-Manuel Miranda, pero versos (en inglés) como “Diamantes y platino/ los encuentro, los aplasto” y “Bajo la superficie/ Fue alguna vez Hércules como, ‘hey, ¿no quiero pelear contra Cerberus?’” son consistentes y te dejan con la boca abierta cada vez que los escuchas.
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“Just Around the Riverbend” (Pocahontas, 1995)
La escena: Pocahontas, hija del jefe Powhatan de la tribu Powhatan, teme la vida “estable” que sus padres han planeado para ella, pero sueña con algo aún no visto que llegará y cambiará su rumbo para siempre. (Spoiler: son los colonos ingleses).
Por qué funciona: Con la intención del letrista Stephen Schwartz (semiproblemáticamente, como fue lamentablemente parte de este relato blanqueado de la historia de Pocahontas y John Smith) de que fuera “la versión nativa americana de ‘Something’s Coming’ [de West Side Story]”, “Riverbend” (en español “Río abajo”) hace un trabajo impresionante al capturar la sensación de sospechar que te espera un destino más grande, pero aún no tienes la claridad para decir exactamente cuál es.
Momento mágico: Cuando la canción, interpretada por Judy Kuhn sobre cuerdas aceleradas, te toma por sorpresa al comienzo de cada coro, confiado pero trémulo, emocionado pero inconfundiblemente ansioso. Entrecierra los ojos y casi podrás escuchar a una joven Joni Mitchell. — ANDREW UNTERBERGER
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“Send It On” (Disney’s Friends for Change, 2009)
La escena: Disney reclutó a sus estrellas adolescentes más populares en ese momento (Miley Cyrus, Selena Gomez, Demi Lovato y los Jonas Brothers) para grabar una canción para Friends for Change de Disney, una iniciativa ecológica prosocial.
Por qué funciona: El sexteto de superestrellas dejó de lado su drama interpersonal que acaparó titulares por una buena causa y, al hacerlo, entregó un llamado a las armas satisfactoriamente sensiblero al estilo de “We Are the World” para ayudar a salvar el planeta.
Magic Moment: Lovato canta sin aliento el penúltimo “Shine a light, and send it on” mientras ella y sus compañeros de Disney se acomodan en un sofá en medio de un campo abierto al estilo Friends, y los fans acuden en masa a ellos antes de que todos salgan a apreciar la naturaleza que están tratando desesperadamente de preservar juntos. — HERAN MAMO
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“She’s So Gone” (Lemonade Mouth, 2011)
La escena: La banda más popular de la ciudad está en auge después de conocerse y formarse en la sala de castigo de la escuela, y ahora ha conseguido tocar en la pizzería local. A medida que Lemonade Mouth encuentra su voz a través de sus presentaciones en el restaurante, también lo hace la bajista Mo, una chica que muda de piel y aprende a vivir para sí misma, no para los hombres en su vida, demostrando su nueva confianza mientras baila en mesas y mostradores ante la mirada celosa de su ex.
Por qué funciona: No solo es una de las canciones más memorables de la película de Disney Channel, sino que “She’s So Gone” también fue un himno inspirador para las jóvenes que, de lo contrario, habrían esperado varios años más para encontrar permiso en la música para reinventarse tantas veces como deseen.
Momento mágico: Cuando Naomi Scott, quien interpreta a Mo, hace una larga pausa antes de entonar ese magnífico coro una última vez, capturando la atención de todos los clientes de Dante’s Pizzeria a quienes tiene comiendo de su mano. — H.D.
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“Man or Muppet” (The Muppets / Los Muppets, el Regreso, 2011)
La escena: La balada falsamente dramática (titulada en español “¿Hombre o Muppet?”) llega a Los Muppets cuando Gary (Jason Segel) y su hermano Walter se enfrentan cada uno a una crisis de identidad: ¿Son hombres atados a sus prioridades “humanas” cotidianas? ¿O son muppets con lealtades más claramente “sentidas”?
Por qué funciona: La canción de Los Muppets que le valió al compositor y coproductor Bret McKenzie un Oscar a la mejor canción original se parece a su trabajo en Flight of the Conchords: una parodia amorosa de un dúo teatralmente anhelante y que avanza en la trama, tan inteligente y pegadiza como los mejores ejemplos de ese arquetipo.
Momento mágico: Al ver Los Muppets en un cine abarrotado en 2011, la imagen de Gary viendo en el reflejo de un escaparate una versión Muppet de sí mismo generó algunas risas, mientras que la de Walter mirando una versión humana de sí mismo (Jim Parson de The Big Bang Theory en un cameo no acreditado) hizo al público estallar en carcajadas. — JASON LIPSHUTZ
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“We Are Here to Change the World” (Captain EO, 1986)
La escena: Con Michael Jackson interpretando al luchador por la libertad protagónico, el Capitán EO aterriza con su equipo heterogéneo en un planeta de inmundicia liderado por la bruja Líder Suprema, con la misión de transformar al Líder y su reino a través del poder de la música: específicamente, el angustioso dance-pop “We Are Here to Change the World”, cuyo título significa “Estamos aquí para cambiar el mundo”.
Por qué funciona: O sea, tener al Rey del Pop apenas unos años después de que lanzó el álbum original más vendido de todos los tiempos (y un año antes de que lanzara su continuación) es un muy buen comienzo. “Change the World” podría no ser exactamente lo mejor de MJ — es un poco lo-fi para sus estándares de los 80, aunque sigue siendo muy pegadiza — pero tenía el dinamismo suficiente del pop de la época para hacer creer que podía transformar el universo.
Momento mágico: Una vez que Jackson comienza a entonar esos “¡eeee-heeee!” y “¡oooOOOO!” sobre el estribillo culminante de la canción… La Líder Suprema nunca tuvo una oportunidad de ganar, ¿o sí? — A.U.
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“Bet on It” (High School Musical 2, 2007)
La escena: Troy Bolton (Zac Efron) expresa sus verdaderos sentimientos en un momento de autorreflexión durante “Bet On It”, mientras explora el concepto del libre albedrío. ¿Será capaz de recuperar a sus amigos o permitirá que Sharpay los aleje aún más?
Por qué funciona: Este fue el primer momento en que escuchamos a Efron cantar sin la ayuda del talentoso Drew Seeley (quien cantó la mayoría de las canciones de Troy en la High School Musical original). Efron suena completamente seguro cuando suena la batería y comienza el primer verso. Realmente podemos escuchar su frustración y confusión interna a lo largo de la canción, lo que muestra cuán versátil es el actor.
Momento mágico: Hay un punto hacia el final que la canción se torna más lenta y Efron dice, “Déjame pensar por un momento”, cambiando todo el tono de la canción. Lo que sucede a continuación es un verso acelerado, parecido a un rap, que muestra el rango tanto sentimental de su personaje como de sus habilidades como intérprete. — R.J.
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“S.I.M.P. (Squirrels in My Pants)” (Phineas and Ferb / Phineas y Ferb, 2008)
La escena: La longeva serie animada de Disney Phineas y Ferb presentaba a los hermanastros pasando sus vacaciones de verano viajando, construyendo montañas rusas y aventuras más inverosímiles. La música del programa igualaba su caos, combinando escenarios impensables con una producción pegadiza, incluyendo en la canción “S.I.M.P. (Squirrels in My Pants)”, improvisada por los artistas callejeros 2 Guyz N the Parque y que sonaba mientras la hermana mayor de los protagonistas, Candace, luchaba con el problema del título: ardillas en sus pantalones.
Por qué funciona: Por lo chistosa. Además, los movimientos que hace el personaje de Candace para tratar de sacudírselas bien podrían ser un desafío de TikTok hoy en día.
Momento mágico: Cuando uno de los 2 Guyz canta “Con la S con la I con la M con la P, entonces tal vez puedas moverte como yo”, dando a esta contagiosa canción su título abreviado. — L.H.
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“Veggie Veggie Fruit Fruit” (Kitchen Kabaret, 1982)
La escena: Un espectáculo de audio-animatrónico que se presentó en EPCOT de 1982 a 1994 (antes de ser reemplazado por Food Rocks), Kitchen Kabaret predicaba el evangelio de la dieta balanceada a niños desprevenidos, con la ayuda de algunos números musicales muy pegadizos, incluida la culminante “Veggie Veggie Fruit Fruit” estilo Carmen Miranda.
Por qué funciona: Te dediques o no a la propaganda nutricional en su esencia, no hay manera de resistir el delicioso atractivo de este número de cha-cha-cha, que te hará cantar su título de cuatro palabras en cada visita a la sección de productos de tu supermercado aún años después.
Momento mágico: La pausa antes de (y los coros bajo) cada palabra final en el pareado de “Simplemente tengo que decirte que mis amigos que están cantando son… ¡deliciosos!/ Las comidas son divinas siempre y cuando puedas cenar con frutas y… ¡vegetales!” — A.U.
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“Proud Family” (The Proud Family / La familia Proud, 2001)
La escena: Penny Proud es solo una chica de 14 años que descubre la vida y sobrevive a las travesuras de sus amigos y familiares entrañablemente extravagantes. La canción principal del programa, interpretada por Solange Knowles y Destiny’s Child, captura el amor incondicional de la familia, como un montaje que incluye a cada miembro de los Proud — y a los amigos entrometidos de Penny — con bromas divertidas y momentos amorosos.
Por qué funciona: Esta era de canciones temáticas del Y2K fue particularmente maravillosa, con artistas mainstream incursionando en el mundo de la televisión infantil para algunos cameos y canciones memorables. Si bien Solange Knowles limitó su tiempo de pantalla a la actuación, causó un gran revuelo musical con el inolvidable tema de R&B.
Momento mágico: Hay algo particularmente satisfactorio sobre cantar junto con la melodía de Destiny’s Child en un verso que dice “sabes que me encanta cada cosa que haces”. — NEENA ROUHANI
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“Hawaiian Roller Coaster Ride” (Lilo & Stitch, 2002)
La escena: Las olas están perfectas, salió el sol y Stitch está aquí para quedarse. Lilo y su hermana mayor, Nani, pueden dejar sus problemas a un lado y disfrutar de un feliz día de sol con su familia encontrada, que incluye al enamorado de Nani, David Kawena, y al adorable nuevo amigo alienígena azul de la pandilla. Claro, los extraterrestres malvados están tratando de secuestrar a Stitch todo el tiempo, pero está a salvo con su ohana, porque a nadie lo dejarán atrás.
Por qué funciona: Con una letra bilingüe y una instrumentación que suenan como la luz del sol, “Hawaiian Roller Coaster Ride” sirve como un maravilloso puente introductorio a la belleza de Hawái que tanto público, joven y adulto, puede encontrar accesible.
Momento mágico: El principio, antes de que los instrumentos entren en acción, cuando solo el compositor Mark Keali’i Ho’omalu y el Coro de Niños de las Escuelas de Kamehameha cantan una hermosa y anticipada llamada y respuesta hawaiana. — H.D.
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“When Will My Life Begin” (Tangled / Enredados, 2010)
La escena: Rapunzel (Mandy Moore) nos lleva en un recorrido musical por sus muchos pasatiempos: “alfarería y ventriloquia, fabricación de velas”, por nombrar algunos. Pero a pesar de su apretada agenda y su mejor amigo camaleón Pascal a su lado, se pregunta desesperadamente qué más podría haber fuera de los muros de la torre.
Por qué funciona: La burbujeante canción (titulada en español “Cuándo empezaré a vivir”) ilustra que Rapunzel ha aprovechado al máximo su adolescencia confinada, pintando cada centímetro cuadrado de sus paredes y aprendiendo nuevas habilidades todos los días, pero los tres libros que ha leído una y otra vez nunca podrían enseñarle todo lo que el mundo le depara.
Momento mágico: El público sabe lo que Rapunzel no sabe, que las luces que brillan en el cielo todos los años en su cumpleaños no son una coincidencia, y también que su “madre” no la va a liberar pronto. Así que este final desgarrador es especialmente conmovedor: “Mañana por la noche, aparecerán luces/ Tal como lo hacen en mi cumpleaños cada año/ ¿Cómo es allá afuera donde brillan?/ Ahora que soy mayor, mi madre podría dejarme ir”. — KATIE ATKINSON
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“Ev’rybody Wants to Be a Cat” (The Aristocats / Los Aristogatos, 1970)
La escena: El gato callejero Thomas O’Malley (Phil Harris) presenta a la refinada y mimada Duquesa (Eva Gabor) y sus gatitos protegidos en la vibrante zona bohemia de París a través de la chisporroteante banda de jazz de su amigo Scat Cat (Scatman Crothers).
Por qué funciona: Además de ser leyendas de la actuación de voz, Harris y Crothers se jactaban de ser buenos músicos; cuando la genialidad de este último clava sus garras en esta porción sorprendentemente legítima del jazz de Nueva Orleans (titulada en español “Todos quieren ser ya gato jazz”), es indiscutiblemente un maullido de gato ganador.
Momento mágico: El estridente final, cuando el combo de jazz toca con tanto ímpetu que hace que un piano caiga seis pisos, y entonces procede a llevar su desfile a las calles mientras la Torre Eiffel se erige en la distancia. — JOE LYNCH
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“Gotta Find You” (Camp Rock, 2008)
La escena: Enviado a Camp Rock para desinflar su ego, Shane Gray (Joe Jonas) comienza a cambiar de enfoque tras escuchar una voz cautivadora, aunque no puede descubrir la verdadera identidad de la cantante. Respaldado solo por una guitarra acústica y armonías ligeras, comparte “Gotta Find You” con Mitchie Torres (Demi Lovato) como una confesión de su deseo de encontrar a la “chica con la voz”, sin darse cuenta de que la serenata es para la chica misteriosa que ha estado buscando.
Por qué funciona: La letra es simple pero sincera, exactamente lo que esperarías del primer intento de un adolescente de describir sus verdaderos sentimientos. Es un gran punto de inflexión para Shane, quien finalmente se da cuenta de que sí, hay cosas en el mundo que son más importantes que él mismo.
Momento mágico: Cuando Shane finalmente encuentra “la razón por la que estoy cantando”, su canción se combina con el número de cierre de Mitchie, “This Is Me”. — D.P.
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“The Ballad of Davy Crockett” (Disneyland, 1954)
La escena: Apareciendo originalmente como parte de un segmento sobre el héroe popular del Viejo Oeste en la serie de antología de ABC Disneyland en 1954 — interpretada por Tess Parker, quien también hizo el papel principal — “Davy Crockett” se convertiría en una sensación cultural, iniciando tendencias de moda e influyendo en campañas políticas y lanzando innumerables interpretaciones exitosas del tema country-folk.
Por qué funciona: No se necesita una comprensión histórica profunda del hombre fronterizo convertido en político o su impacto en el Sur antes de la Guerra Civil — es cierto que probablemente no era algo tan simple como él “arreglando el gobierno y las leyes también” — para dejarse llevar por esta canción estilo himno, particularmente una vez que llega a ese estribillo.
Momento mágico: Cuando dice: “Davyyyyy… ¡DAAAAAVY Crockett! ¡REY DE LA FRONTERA SALVAJE!” — A.U.
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“That’s How You Know” (Enchanted / Encantada, 2007)
La escena: Un cantante de calipso, una banda de mariachis, campanas de boda y más ayudan a Giselle (Amy Adams) mientras canta y baila por Central Park para el principal número musical de Enchanted. Aunque la princesa del reino de Andalasia, que alguna vez fue animada y todavía tiene los ojos estrellados, aún tiene que descubrir las realidades del mundo real, no puede evitar expresar melódicamente su idea de amor de cuento de hadas a Robert (Patrick Dempsey), un pragmático abogado de Nueva York (y eventual enamorado).
Por qué funciona: Se nota que Alan Menken y Stephen Schwartz se divirtieron con “That’s How You Know” (en español “Y tú sabrás”). La animada melodía parodia de manera única y rinde homenaje a obras pasadas de Disney, con una letra poética pero divertida que captura perfectamente la inocencia y el optimismo de Giselle.
Momento mágico: Hay una línea particular en el verso de Marlon Saunders que sirve como recordatorio para cualquier persona en una relación. “Tienes que mostrarle que la necesitas/ No la trates como a una lectora de mentes”, dice y canta sobre cuernos triunfales. — D.P.
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“The Unbirthday Song” (Alice in Wonderland / Alicia en el País de las Maravillas, 1951)
La escena: No lo llames una fiesta de cumpleaños. Alicia se topa con la fiesta de té del no cumpleaños del Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo en el País de las Maravillas, y eventualmente se halaga a sí misma como invitada.
Por qué funciona: Alicia aprende rápidamente a esperar lo inesperado en el País de las Maravillas, gracias a esta canción sin sentido (cuya versión en español se titula “Feliz no cumpleaños”) pero que contiene un poco de lógica: como dice el Sombrerero Loco: “Las estadísticas prueban que tienes un cumpleaños… ¡Pero hay 364 no cumpleaños!”. Es algo difícil de refutar.
Momento mágico: ¡Las teteras! El desglose perfecto en la canción de cuna descabellada es cuando las teteras humeantes tienen un solo silbante sobre la mesa. — K.A.
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“Poor Unfortunate Souls” (The Little Mermaid / La Sirenita, 1989)
La escena: Una Úrsula (Pat Carroll) deliciosamente tortuosa se hace pasar por una defensora reformada y desinteresada, convenciendo a la enamorada sirena Ariel de que el alto precio que tendría que pagar por la ayuda de la bruja del mar — su hermosa voz — en realidad la beneficiaría en su búsqueda del amor del príncipe Eric. ¡corazón! Como Ursula señala en su canción (en español titulada “Pobres almas en desgracia”): “¡A los hombres de allá arriba no les gusta mucho el parloteo!”
Por qué funciona: La rica voz de Carroll inyecta tanta diversión y maldad, falsa empatía y deseo — ¡todo al mismo tiempo! — con el susurro de sus opiniones injuriosas a los camarones lacayos Flotsam y Jetsam. Por ejemplo, cuando canta sobre sus poderes: “Lo uso en nombre de los miserables, los solitarios y los deprimidos/ (¡Patético!)”. ¡Es mágicamente manipuladora y pegadiza!
Momento mágico: Junto con la animación, la canción es un verdadero tesoro, especialmente cuando la bruja del mar sacude su amplio botín y sus tentáculos para enfatizar la letra sobre “lenguaje corporal”. Pero el poder de persuasión y la maldad de Úrsula realmente brillan cuando declara, con una voz fuerte y siniestramente ronca, que Ariel es la “pobre alma desafortunada” mientras prepara la poción, convenciendo a la bella sirena de que firme su vil contrato. — ANNA CHAN
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“The Wonderful Thing About Tiggers” (Winnie the Pooh and the Blustery Day, 1968)
La escena: Los legendarios Sherman Brothers escribieron una de las canciones más impactantes de los años 60 para permitirle al amigo de Winnie the Pooh, Tigger, tener la oportunidad de hacer su presentación — primero en Winnie the Pooh and the Blustery Day, ganadora del Oscar en 1968, y luego en muchas entregas del universo de Pooh — con una canción sutilmente jactanciosa sobre lo bueno que es ser uno-de-uno.
Por qué funciona: Al igual que el personaje que pregona, “Wonderful Thing” también es bastante singular dentro del amplio mundo de Disney, con una energía incontenible que hace que incluso las canciones más hiperactivas de las películas y series de Disney sientan la necesidad de una inyección de sacarosa en comparación.
Momento mágico: Cuando dice (en inglés): “Son bulliciosos, aplastantes, rebotantes, saltarines,¡SUPERDIVERTIDOS!” Imposible debatirlo. — A.U.
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“Rescue Rangers Theme” (Chip ‘n Dale: Rescue Rangers to the Rescue, 1989)
La escena: Después de pasar más de 40 años como los adversarios roba-comida de Donald y Pluto en cortos de dibujos animados, el dúo de ardillas fue reinventado como detectives aventureros para una serie de televisión, y no se podía reinventar una franquicia en los años 80 y 90 sin un maravilloso tema musical.
Por qué funciona: El compositor Mark Mueller (músico detrás de éxitos de Heart y Amy Grant que han llegado al top 10 del Hot 100) evoca el misterio y el peligro de temas de detectives de televisión similares — Magnum, P.I., Miami Vice — mientras que Jeff Pescetto canta la letra sobre roedores detectives como si el destino del planeta dependiera de ellos.
Momento mágico: El rápido comienzo del estribillo “ch-ch-ch-Chip ‘n Dale”, pronunciado como si Pescetto estuviera tan sobrecogido por la emoción que apenas puede pronunciar las palabras. Después de eso, nadie cambia el canal para ver qué más hay. — J. Lynch
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“Heigh-Ho” (Snow White and the Seven Dwarfs / Blancanieves y los Siete Enanos, 1937)
La escena: Mientras Grumpy (Gruñón), Happy (Feliz), Sleepy (Dormilón), Bashful (Tímido), Sneezy (Mocoso), Dopey (Tontín) y Doc (Sabio) dejan a Blancanieves para salir a trabajar en busca de diamantes y rubíes, cantan, narran y silban a lo largo del camino. Lo siguen haciendo en la jornada laboral. Y después en el camino de vuelta a casa.
Por qué funciona: “Heigh-Ho” (y su respectiva versión en español) es básicamente el sonido de lograr el equilibrio ideal entre el hogar y el trabajo: ir a laborar con una canción en el corazón, pasar el día haciendo lo que te gusta y luego terminar el día con una sonrisa en la cara e irte a casa a disfrutar de fiesta el resto de la noche. (Aunque también parece que los Enanos están demasiado contentos de “cavar-cavar-cavar” en busca de joyas cuando “no saben para qué las cavamos”; si comenzaran a hacer preguntas allí, podrían terminar silbando una tonada un poco diferente).
Momento mágico: Un gran melodía silbada realmente contribuye en gran medida a vivir en una felicidad ciega. — A.U.
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“Do You Want to Build a Snowman?” (Frozen, 2013)
La escena: “Do You Want to Build a Snowman?“ (en español “Y si hacemos un muñeco”) no es tanto una canción como una serie de instantáneas de una relación de hermanas que se deteriora sin que sea culpa de ninguna. Mientras la adolescente Elsa lucha con el peligro de sus poderes mágicos secretos de hacer hielo, se aparta del resto del mundo, en particular de la joven Anna, que no puede entender por qué su hermana ha perdido interés en compartir sus antiguas frivolidades invernales, mientras que el dolor en ambas se ve agravado por la muerte accidental de sus padres.
Por qué funciona: Podrías verlo superficialmente como la historia de dos hermanas cuya relación está irreparablemente dañada por traumas juveniles, o como una metáfora de cómo la pubertad y las diferentes cronologías hormonales pueden arruinar una dinámica entre hermanos, o simplemente como una lección sobre la importancia de comunicarte con las personas que amas, sin importar cuán aterrador se sienta. Es absolutamente devastador de cualquier modo.
Momento mágico: Al final, cuando la ahora adolescente y repentinamente huérfana Anna le pregunta por una última vez a su hermana si quiere hacer un muñeco de nieve sin obtener respuesta, y al otro lado de la puerta Elsa se traga las palabras que desearía poder ofrecerle. — A.U.
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“You Can Fly! You Can Fly! You Can Fly!” (Peter Pan, 1953)
La escena: Peter Pan entra en la habitación de los niños Darling y les enseña a volar indicándoles que tengan pensamientos felices (“Como juguetes en Navidad, cascabeles, nieve”) y luego les echa un poco del ingrediente esencial (polvo de hada de Campanita), antes de llevarlos volando a la Tierra de Nunca Jamás.
Por qué funciona: Esencialmente un tutorial sobre el poder de la mente positiva, la canción (en español “Volarás, volarás, volarás”) es una elevación literal y figurativa en dos partes, con Peter y los niños cantando amigablemente mientras aprenden a volar, y luego un delicioso coro que suena a 1953 como banda sonora de su ascenso a través de Londres.
Momento mágico: La alegría eufórica del momento en que los pies de los niños Darling finalmente se despegan del suelo. “¡Oh, podemos volar!” “¡Pueden volar!” “¡Podemos volar!” — K.B.
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“Oo-De-Lally” (Robin Hood, 1973)
La escena: Después de “Whistle Stop”, una canción rápida y silbada sobre la que se reproducen los créditos introductorios de la película, el personaje principal de Robin Hood y su compañero Little John se presentan adecuadamente con “Oo-De-Lally”, una melodía popular lastimera que detalla la indiferencia general del dúo y estilos de vida despreocupados, incluso cuando están a punto de ser arrastrados por “un sheriff intrigante y su pandilla”.
Por qué funciona: Gran parte de la banda sonora de Robin Hood fue escrita por el cantautor de música country Roger Miller, quien para entonces tenía un par de No. 1 en la lista Hot Country Songs, “Dang Me” y “King of the Road”. El punto es que el pedigrí estaba allí, y “Oo-De-Lally” en particular sabe sumergir al espectador en el mundo bucólico de Robin Hood y su banda de forajidos con nada más que la voz vibrante de Miller y su guitarra acústica.
Momento mágico: Con una duración de menos de un minuto, “Oo-de-Lally” es prácticamente un momento largo en sí mismo, y desde que entra la voz de Roger Miller para contar la historia de Robin Hood y Little John y su casi accidente con la ley, está claro que esta no es la canción promedio de una película de Disney, evitando capas de voces, producción y, en ocasiones, arreglos orquestales exuberantes para crear una simple escena con voz y guitarra. Eso solo le suma a su encanto. — K.R.
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“The Best of Both Worlds” (Hannah Montana, 2006)
La escena: Una adolescente de California llamada Miley Stewart (interpretada por Miley Cyrus) vive una doble vida como la estrella del pop mundial Hannah Montana, un acto de equilibrio que se resume mejor en el tema principal de la serie, “The Best of Both Worlds” (Lo mejor de dos mundos).
Por qué funciona: Por poco realista que sea lograr algo así en la vida real, es un sentimiento que probablemente sea muy real para muchas estrellas del pop, especialmente cuando lo interpreta un joven talento que terminaría siendo una de las más grandes estrellas de las siguientes dos décadas.
Momento mágico: Cuando Miley se pregunta, “¿Quién hubiera pensado que una chica como yo/ Sería también una superestrella?”, antes de desatar un grito que lleva al coro pegadizo. — L.H.
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“Lava” (Lava, 2014)
La escena: Lanzado como un cortometraje de Pixar junto con la película animada de 2015 Inside Out (Intensa Mente), Lava presenta una historia contada íntegramente a través de su canción homónima: un volcán solitario pasa millones de años en medio del océano, deseando la compañía de alguna dama volcánica. Casi se extingue (aparentemente por angustia), hasta que una erupción submarina crea un nuevo volcán hermoso y floreciente cuyo flujo de lava lo devuelve a la vida, y que finalmente se une a él en una canción.
Por qué funciona: El director y compositor de Lava, James Ford Murphy, ha hablado de su profunda conexión emocional con Hawái, así como de cómo la amada versión del cantante hawaiano Israel Kamakawiwo’ole de “Somewhere Over the Rainbow” lo inspiró, y ambas influencias brillan en la dulce canción acompañada de ukelele.
Momento mágico: El coro — la única parte de la canción que emplea rimas — con su rítmica melodiosa que se siente un poco como flotar en una ola, y su súplica enternecedora: “Deseo que la tierra, el mar y el cielo arriba/ Me envíen a alguien a quien amar”. — R.M.
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“King of New York” (Newsies, 1992)
La escena: Un grupo de los mejores repartidores de periódico en Nueva York (cariñosamente llamados Newsies) se han reunido en un restaurante para ver que su huelga por los aumentos injustos de los precios llegó a la primera página de un diario. Es la primera vez que los adolescentes, muchos de los cuales hacen lo imposible por ganar el dinero suficiente para llegar a fin de mes, son reconocidos de alguna manera, y ahora sueñan despiertos con dónde podría llevarlos esa fama.
Por qué funciona: Una línea de bajo contundente atrae al escucha mientras los chicos de fuerte acento neoyorquino hablan de sueños cada vez más grandes en King of New York (“un par de shows nuevos con cordones a juego”, “un palco permanente en las carreras de Sheepshead”), hasta que sus voces se unen en un coro que sueña con llegar a ser el rey de Nueva York.
Momento mágico: Cuando los Newsies cantan “Puede que mañana envuelvan pescados en esto/ Pero yo fui una estrella por un minuto completo”, antes de saltar a las mesas del almuerzo para tocar y bailar al unísono — con un joven Christian Bale al frente. — T.M.
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“All I Want” (High School Musical: The Musical: The Series, 2019)
La escena: Nini, estrella de la producción musical de su escuela secundaria de High School Musical, y cantautora en ciernes, se siente particularmente angustiada por el triángulo amoroso en el que se encuentra, y compone una canción en un teclado en su habitación sobre desear que el amor pueda ser un más sencillo.
Por qué funciona: ¿Mencionamos por casualidad que Nini fue interpretada por una cantautora de la vida real que escribió “All I Want” y luego una de las canciones de triángulos amorosos adolescentes más grandes y angustiosas de todos los tiempos en su propio teclado años después? Al escuchar el carácter, sentimiento y sofisticación de “All I Want”, que también se convirtió en un éxito Hot 100 por derecho propio, no sorprende que Olivia Rodrigo estuviera a punto de convertirse en Olivia Rodrigo.
Momento mágico: Nini iniciando el segundo verso, “Y hay un chico más, es de mi pasado/ Nos enamoramos pero no duró”. Es una composición asombrosamente económica y profundamente sentida, y la forma en que Rodrigo canta del “pasado” le da ese toque extra de dolor. — A.U.
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“Yo, Ho! (A Pirate’s Life for Me)” (Pirates of the Caribbean, 1967)
La escena: Walt Disney, un productor astuto, pudo haber sentido que Disneyland podría usar algunas notas más oscuras para equilibrar toda la dulzura y la luz. Entonces se creó Pirates of the Caribbean, una de las últimas atracciones en las que trabajó antes de su prematura muerte en diciembre de 1966.
Por qué funciona: Siempre se espera que los niños se comporten bien. Al cantar “Yo, Ho!”, podrían rebelarse un poco contra los padres que los acompañaban, con solo gritar versos como “Pillamos, saqueamos, rebuscamos y desvalijamos”.
Momento mágico: Uno tiene la sensación de que el letrista Xavier Atencio se divirtió mucho con frases como “somos mendigos y fulanos, canallas buenos para nada”. Sin embargo, agregó una nota de gracia: “Sí, pero nuestras mamás y nuestros papás nos aman”. — PAUL GREIN
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“Miracles Happen (When You Believe)” (The Princess Diaries / El Diario de la Princesa, 2001)
La escena: Con el conflicto central de Princess Diaries resuelto y la línea real de la familia de Mia Thermopolis (Anne Hathaway) a salvo, finalmente es hora de celebrar. La princesa recién titulada hace exactamente eso, rodeada de sus amigos, familiares y una canción para dar inicio a la fiesta.
Por qué funciona: El piano de apertura de este optimista himno de Myra resuena cada vez más a medida que la multitud llega a la pista de baile. Es un momento de alivio ya que nosotros, los espectadores, podemos disfrutar del final feliz. Una vez que el coro dice “los milagros suceden de vez en cuando”, no puedes evitar pensar que fue prácticamente un milagro (y algo de magia cinematográfica) lo que llevó al personaje de Hathaway a donde está.
Momento mágico: Esta canción pop avanza lentamente hasta que la letra llega realmente a la frase del título, lo que te deja anticipando el punto culminante, de modo que cuando finalmente llega puedes levantar las manos con el personaje principal y celebrar. — R.J.
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“Let’s Get Together” (The Parent Trap / Operación Cupido, 1961)
La escena: La alborotadora Susan (Hayley Mills en la guitarra) convence a la mojigata Sharon (Hayley Mills en el piano), su gemela idéntica recién descubierta, de que se relaje y colabore en una canción tintineante de rock and roll.
Por qué funciona: La sugestiva letra funciona a dos niveles diferentes: las hermanas recién descubiertas están viendo cómo encajan juntas mientras planean que sus padres divorciados también vuelvan a estar juntos.
Momento mágico: La más reciente The Parent Trap (Juego de Gemelas) de 1998, protagonizada por Lindsay Lohan, presenta una versión muy años 90 de su banda sonora por el antiguo grupo femenino Nobody’s Angel. Y como un guiño al original de 1961, Lohan incluso tararea la melodía para sí misma en la película. — K.A.
Magic Moment: The 1998 Parent Trap remake starring Lindsay Lohan features a very ’90s cover on its soundtrack by erstwhile girl group Nobody’s Angel. And as a nod to the 1961 original, Lohan even hums the tune to herself in the movie. – K.A.
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“I Wan’na Be Like You (The Monkey Song)” (The Jungle Book / El Libro de la Selva, 1967)
La escena: El astuto orangután y VIP de la selva, King Louie, ha “alcanzado la cima y tuvo que detenerse”, por lo que intenta llegar a un acuerdo con el humano salvaje Mowgli, ofreciéndole refugio seguro a cambio del secreto del fuego.
Por qué funciona: Los Sherman Brothers eran unos profesionales escribiendo canciones que impulsaban la historia al tiempo que se destacaban como composiciones pop distintas. Y con el rey del swing Louis Prima liderando este número de jump blues (en español “Quiero ser como tú”), es obvio que King Louie no necesita “el poder de la flor roja del hombre” para animar las cosas.
Momento mágico: El final, cuando el disfraz de mono de Baloo se desmorona y la música se detiene, pero el pobre oso está demasiado ocupado bailando y cantando a todo pulmón como para darse cuenta de que el concierto ha terminado — J. Lynch
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“When She Loved Me” (Toy Story 2, 1999)
La escena: La delicada voz de Sarah McLachlan y una suave melodía de piano brindan un conmovedor tema de fondo para la emotiva historia de Jessie (Joan Cusack) en Toy Story 2. La letra de “When She Loved Me” (con su versión en español titulada “Cuando me amaba”) contrasta marcadamente el amor y la pérdida, dibujando una imagen melancólica de los lindos momentos que condujeron al eventual abandono de la muñeca por su dueña original.
Por qué funciona: No importa si eres niño o adulto, la triste canción de Randy Newman ganadora de un Grammy es suficiente para hacerte buscar en el fondo del armario, con lágrimas en los ojos, ese juguete viejo y polvoriento que fue tu favorito y abrazarlo con fuerza.
Momento mágico: Es más bien un momento desgarrador, cuando Jessie se reúne con su dueña después de años de acumular polvo debajo de su cama, solo para ser tirada en una caja al borde de la calle. (“Y ella me sonrió y me abrazó, como solía hacer”) — D.P.
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“Soarin” (Soarin’ Over California, 2001)
La escena: En esta atracción, que es un simulador de vuelo, los visitantes viajan sobre sitios memorables de California (el puente Golden Gate en San Francisco, las cataratas de Yosemite y el Half Dome en el Parque Nacional Yosemite y, por supuesto, el propio Disneyland), con el emocionante y épico tema “Soarin” del compositor ganador del Oscar Jerry Goldsmith sonando al fondo.
Por qué funciona: Goldsmith trató las vistas panorámicas de estos sitios importantes en California como si fueran el tráiler de una película sobre todo el estado. Por lo tanto, se siente como si uno fuera parte de esa película, inmerso tanto en imágenes deslumbrantes como en una banda sonora arrolladora de calidad cinematográfica. La atracción Soarin’ puede encontrarse en otros parques de Disney, algunos ofrecen con música que destaca sitios importantes de todo el mundo. Todas las versiones presentan una partitura adaptada de la composición original de Goldsmith.
Momento mágico: Tras volar sobre el congestionado tráfico nocturno de Los Ángeles en Soarin’ Over California, la acción corta dramáticamente a una vista de Disneyland desde lo alto. El tema “Soarin” alcanza entonces su gran final: una Campanita animada aparece y rocía polvo de hadas antes de que aterrices en medio de una escena de fuegos artificiales que se ven en la pantalla. — K.C.
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“Cheetah Sisters” (The Cheetah Girls, 2003)
La escena: Tras una difícil introducción a la fama, las cuatro adolescentes que integran el ficticio grupo de pop/R&B The Cheetah Girls se reúnen en las calles de Nueva York para interpretar una poderosa canción sobre mantenerse unidas.
Por qué funciona: Porque es un éxito más allá de la película misma. Poder femenino al 100%.
Momento mágico: Cuando la vigorizante guitarra eléctrica ayuda a la canción a pasar de una balada tierna a un pop impactante. — L.H.
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“I’ll Make a Man Out of You” (Mulan, 1998)
La escena: ¡Un montaje de entrenamiento! Mientras que a la protagonista, Mulan, le preocupa ser descubierta como una mujer disfrazada de hombre en el ejército chino, sus camaradas deben poner manos a la obra para derrotar a los hunos y pasar de ser hazmerreír a verdaderos guerreros en el curso de una sola canción.
Por qué funciona: Además de los estereotipos de género entretejidos en la letra (“¿Me enviaron hijas/ cuando pedí hijos?”) y finalmente desmantelados en la propia Mulan, “I’ll Make a Man Out of You” (en español “Voy a hacer todo un hombre de ti”) es un canto efectivo y contagioso, con versos sueltos de los diversos personajes aplastados por la voz principal de Donny Osmond: “¡Sé un HOMBRE!”
Momento mágico: El único verso de Mulan en esta obra machista, “¡Ojalá no me descubra!”, es la línea más divertida de cantar, preferiblemente en un falsete dramático. — J. Lipshutz
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“Why Should I Worry?” (Oliver & Company / Oliver y su Pandilla, 1988)
La escena: El protagonista solitario, un inocente gatito de grandes ojos llamado Oliver, acaba de ser utilizado por Dodger, un astuto y desaliñado terrier, para conseguir algunas salchichas de un vendedor ambulante. Con la comida robada colgando del cuello, Dodger empieza a cantar “Why Should I Worry” (en español “Por qué me preocupo”) para darle al pequeño felino una lección de sabiduría callejera.
Por qué funciona: El neoyorquino por excelencia, Billy Joel, canta con voz de tenor entre fornida y suave este himno de piano que habla de cómo solo los más listos pueden triunfar en las duras calles de la Gran Manzana.
Momento mágico: Cuando Dodger, con un pañuelo al cuello y gafas de sol, se sienta sobre un piano alzado por una grúa hacia un rascacielos y canta el estribillo “¿Por qué me preocupo? ¿Por qué me preocupo?” mientras toca las teclas con su cola. — T.M.
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“I Won’t Say I’m in Love” (Hercules, 1997)
La escena: La afligida Meg, objeto del amor de Hércules, se enamora del héroe griego aunque su buen juicio le dice que no debe hacerlo, y a pesar de que éste le ha estado mintiendo desde que se conocieron.
Por qué funciona: En una película de Disney llena de canciones extravagantes, “I Won’t Say I’m In Love” (en español “No hablaré de mi amor”) desacelera el ritmo para lograr una balada pop traviesa que (presuntamente) sabe a manjar de los dioses.
Momento mágico: Cada vez que las musas cantan es algo digno de mencionar, pero cuando el quinteto interviene para decirle a Meg: “¿A quién crees engañar? Él es la tierra y el cielo para ti”, el canto se eleva al divino nivel del Olimpo. — T.M.
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“How Far I’ll Go” (Moana, 2016)
La escena: En un momento que puede haber sido más emotivo para los adultos que para los niños para los cuales se creó Moana, la heroína de 16 años de la película revela la confusión interna de querer más para sí misma de lo que su comunidad es capaz de imaginar. En lo alto de una roca lisa a la orilla de un mar turquesa, Moana canta la cautivadora balada ganadora del Grammy (“Cuán lejos voy” en su versión en español), sacando a flote en cada miembro al soñador que lleva dentro, independientemente de su edad.
Por qué funciona: Para retratar con éxito la experiencia de Moana, Lin-Manuel Miranda recuerda haberse encerrado durante una semana en la habitación que ocupó de niño a rescatar sus propios sentimientos de querer más. El breve sabático dio origen a uno de los momentos musicales más inspiradores que Disney ha brindado, sirviendo como un formidable seguimiento de “Let It Go” de Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez, gracias a su apasionante producción y confesiones sinceras: “Estaré satisfecha si le sigo el juego/ Pero la voz interior canta otro cantar/ ¿Qué me pasa?”
Momento mágico: Ver a Pua, la dulce mascota de Moana, luchar por seguir el ritmo de la hija del jefe mientras corre de la colina a la orilla del mar en el clímax de la canción seguramente te hará derramar una lágrima o dos. — N.R.
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“Disney Afternoon Theme” (The Disney Afternoon, 1990)
La escena: Fue la banda sonora principal de los niños al llegar de la escuela en los años 90. Como tema musical del bloque del mediodía de Disney Channel (una rotación de programas originales de Disney como TaleSpin y Darkwing Duck), “Disney Afternoon Theme” prometía dos horas de ocio llenas de buenos momentos.
Por qué funciona: Porque es tan divertido y memorable como los temas clásicos de los programas a los que conduce, con trompetas triunfales, un xilófono travieso, un bajo itinerante y algunas voces risueñas, es decir, todo lo que lleva adonde empieza la diversión.
Momento mágico: ¿Hay forma de superar ese solo de flauta? Sería difícil. — A.U.
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“Belle” (Beauty and the Beast / La Bella y la Bestia, 1991)
La escena: Tras empezar por relatar el origen de la Bestia, “Belle” (“Bella” en español) ayuda a la película a hacer la transición al presente, donde se ve a la protagonista bondadosa y libresca interactuando divertidamente con el apuesto “bruto” Gastón en su pueblo pintoresco.
Por qué funciona: “Belle” es difícil de superar entre las canciones de apertura de películas musicales. Menken y el letrista Howard Ashman escribieron una divertida y emotiva canción pegadiza que hace que Bella y Gastón tengan un impacto inmediato mientras pinta la escena de momentos orquestales perfectos. Es una especie de magia impresionante, incluso para Disney.
Momento mágico: ¡El “duoto” Bella y Gastón! No están cantando juntos precisamente, pero a medida que la canción sube de tono, Bella grita: “¡Debe haber algo más que esta vida provinciana!”, mientras Gastón declara desde otra parte de la ciudad: “¡Mírame y verás cómo hago de Bella mi esposa!”, lo que resalta magistralmente sus sueños contradictorios sobre sus respectivos futuros. — A.C.
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“Pink Elephants on Parade” (Dumbo, 1941)
La escena: Dumbo y su mejor amigo Timothy Q. Mouse beben accidentalmente agua con champán y emprenden un viaje psicoespiritual en el que alucinan con los elefantes rosa que dan título a la canción (cuya versión en español se titula “Elefantes rosas en la parada”).
Por qué funciona: Sin duda la travesura más abiertamente alucinante de Disney (sobre todo, tratándose de 1941). La canción es, como toda experiencia psicodélica, extraña, seductora, algo aterradora y a menudo bastante elegante, con una animación surrealista que intensifica sus efectos.
Momento mágico: La vista podrá fijarse en muchos adornos caprichosos, pero nos fascina el cambio de vibra cuando la ominosa canción del desfile se transforma en una canción inspirada en el Medio Oriente, luego en un mambo y después en un ballet, antes de que todo se disuelva en cacofonía y los elefantes rosa se conviertan en nubes rosadas del alba cuando Dumbo y Timothy emergen de su aventura nocturna. — K.B.
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“Hakuna Matata” (The Lion King / El Rey León, 1994)
La escena: Un joven Simba acaba de ver a su padre Mufasa arrollado y muerto por una estampida de ñus, su tío lo culpa de la estampida y a duras penas escapa del ataque mortal de un trío de hienas. Ahora, la adorable suricata y el jabalí que lo han encontrado quieren que sepa que todo va a estar bien.
Por qué funciona: La muerte de Mufasa y las escenas subsiguientes son algunos de los momentos más angustiosos y sombríos de cualquier película de Disney, y sacar al público de esos extremos requería una gran dosis de consuelo. Aquí es donde hace su entrada la astuta y contagiosa “Hakuna Matata” (con una versión homónima en español), una especie de sucesora espiritual de “The Bare Necessities” (“Busca lo más vital) que acelera la trama al crear un montaje sobre la adolescencia de Simba.
Momento mágico: En sus papeles de Timón y Pumbaa, respectivamente, la química musical de Nathan Lane y Ernie Sabella es palpable de inmediato, y alcanza su punto cumbre cuando Timón rompe la cuarta pared para advertir a Pumbaa, que está a punto de revelar sus flatulencias, que evite hacerlo “frente a los niños”. — ERIC RENNER BROWN
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“Bibbidi-Bobbidi-Boo” (Cinderella / La Cenicienta, 1951)
La escena: Aquí es donde ocurre toda la magia. El hada madrina de Cenicienta transforma una calabaza y algunos ratones en una carroza dorada con caballos para trasladar a la aspirante a princesa al baile, ataviada con el perfecto glamour de la realeza, por supuesto.
Por qué funciona: La canción (en español “Bibidi Babidi Bú”) sigue la gran tradición de Disney de convertir frases incomprensibles en piedras angulares culturales. Más del 50% de la letra carece de sentido, y sin embargo todos la hemos memorizado.
Momento mágico: Aunque no aparece en la nueva versión con actores reales de 2015, la nueva hada madrina (interpretada por Helena Bonham Carter) grabó una excéntrica nueva versión que se escucha en los créditos finales. – K.A.
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“The Tiki, Tiki, Tiki Room” (Walt Disney’s Enchanted Tiki Room, 1963)
La escena: Cuando en 1963 se inauguró el Walt Disney’s Enchanted Tiki Room en el parque de Disney en California, la atracción no tenía el impulso de una propiedad preexistente, por lo que las cuatro guacamayas-robot cantantes necesitaban un tema sencillo que tuviera gancho y fuese tarareable a fin de vender el concepto.
Por qué funciona: Prepárate para entrar en una muestra auténtica e inmersiva de las culturas polinesias… en otro lugar. Pero para ser la primera atracción de parque temático que usa Audio-Animatronics, esta canción de los hermanos Sherman rezuma el kitsch necesario para vender una sala “donde los pájaros cantan palabras y las flores te arrullan”.
Momento mágico: Ese giro lírico, inesperadamente oscuro, en que las guacamayas te dicen que, a menos que el show “te colme de placer y alegría”, terminarán muertas y embutidas “en el sombrero de una dama”. Así que diviértete, o su sangre avícola estará en tus manos. — J. Lynch
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“Supercalifragilisticexpialidocious” (Mary Poppins, 1964)
La escena: La nana británica a quien alude el título (Julie Andrews) transporta mágicamente a sus dos pupilos preadolescentes, Jane y Michael, a un dibujo de tiza en la acera creado por su amigo Bert (Dick Van Dyke). Durante esa aventura, que combina actores reales con animación, Mary Poppins gana una carrera de caballos y es asediada por reporteros que pronostican que sus emociones serán indescriptibles. Poppins responde: “Al contrario, ¡hay una muy buena palabra para eso!”. Y se sumerge entonces en “Supercalifragilisticexpialidocious” (en español “Supercalifragilisticoespialidoso”), algo que según la estudiante de Syracuse Helen Herman (quien acuñó la frase en una columna de un periódico universitario de 1931) “implica todo lo que es grande, grandioso, glorioso, espléndido, magnífico, maravilloso”.
Por qué funciona: La imaginación y la tontería son cualidades esenciales para entretener a niños pequeños (o adultos), y “Supercalifragilisticexpialidocious” ofrece ambas cosas en abundancia. La canción avanza a través de un arreglo orquestado, acompañado en la película por una banda callejera animada, mientras Andrews y Van Dyke se deleitan cantando versos que riman y terminan en “atroz” y “precoz”.
Momento mágico: Si las 34 letras y 14 sílabas de la palabra del título no son lo suficientemente encantadoras, está este rápido desborde a lo largo de la canción: “¡Um diddle diddle diddle, um diddle ay! ¡Um diddle diddle diddle, um diddle ay!” — T.D.
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“Call Me, Beep Me!” (Kim Possible, 2002)
La escena: Como describe la canción principal de la serie, Kim Possible es una porrista de su escuela durante el día y se dedica a luchar contra supervillanos de noche, o cuando se la necesite, como siempre le avisa su confiable buscapersonas.
Por qué funciona: “Llámame, bipéame, si quieres comunicarte”, dice la canción, lo cual se ha vuelto una frase de uso universal, configurada aquí con una melodía contagiosa obra de la creadora de éxitos de los años 2000 Christina Milian.
Momento mágico: Obviamente, los ineludibles y reconocibles pitidos del buscapersonas. — L.H.
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“Friend Like Me” (Aladdin, 1992)
La escena: En el primer encuentro entre Aladino y el Genio, el Genio (en la voz del difunto Robin Williams) no solo le hace saber a Aladino que puede concederle tres deseos, sino que también hace un esfuerzo inteligente por hacerse amigo de él — y de su travieso mono Abu — con una interpretación estelar de “Friend Like Me” (en español “Un amigo fiel”).
Por qué funciona: Este número al estilo de big band es alegre y tontuelo, pero demuestra claramente que el Genio es un amigo sin igual. El contagioso clásico fue nominado al Oscar a la mejor canción original en 1993, y luego Will Smith lo interpretó para la versión con actores reales de 2019.
Momento mágico: Es obvio que ningún amigo te concederá tres deseos a menos que seas el Genio, y uno de los momentos más memorables de esta escena es cuando éste le dice a Aladino al comenzar: “Estoy de humor para ayudarte, amigo”, mostrando más tarde su infinito talento para ganarse su confianza. — JESSICA ROIZ
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“You’ll Be in My Heart” (Tarzan, 1999)
La escena: Kala, la madre gorila adoptiva de Tarzán, consuela al quisquilloso recién nacido con una tierna balada sobre el vínculo eterno entre padres e hijos, que se desvanece en la noche como canción de cuna que arrulla a Tarzán, así como al resto de los pequeños de la selva.
Por qué funciona: La canción sincera y cálida de Phil Collins (con una versión en español titulada “En mi corazón estarás”) subraya el tema central de la película sobre la familia y el papel de los padres para mantener y proteger a los hijos, especialmente cuando dice: “Para ser alguien tan pequeño/ Pareces tan fuerte/ Mis brazos te sostendrán/ Te mantendrán a salvo y te darán calor/ Este lazo entre nosotros/ No se rompe/ Voy a esta aquí/ No llores”.
Momento mágico: Nuestro pequeño protagonista chilla adorablemente cuando Kala lo lanza al aire durante el emotivo coro de Collins, Tarzán tropieza con un caleidoscopio de mariposas, y una de ellas aterriza en su rostro, cubriéndolo sin querer, pero de manera hermosa, como una máscara. — S.M.
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“There’s a Great Big Beautiful Tomorrow” (Walt Disney’s Carousel of Progress, 1964)
La escena: Los Sherman Brothers escribieron este jingle irresistible para el Carrusel del Progreso de la marca GE en la Feria Mundial de Nueva York de 1964-65. En 1967, la atracción se exportó a Disneyland y, más tarde, a Walt Disney World.
Por qué funciona: La canción se escucha como puente entre cada uno de los cuatro actos de la exhibición. Tenía que ser lo suficientemente pegadiza como para que después de escucharla cuatro veces, la gente quisiera volver a hacer la fila y ver el programa otra vez. Funcionó. ¡El capitalismo nunca sonó tan bien! La jingle estimuló el perdurable mito estadounidense de que la felicidad puede estar a un electrodoméstico nuevo y reluciente de distancia.
Momento mágico: La selección del cantante country Rex Allen como la voz del papá en las viñetas y como intérprete de la canción fue perfecta. Toda la “familia”, incluyendo su perro, participa al final de la canción. – P.G.
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“Almost There” (The Princess and the Frog / La Princesa y el Sapo, 2009)
La escena: En uno de los mejores momentos de independencia femenina que ha tenido Disney, la futura princesa Tiana canta un tema con tintes de jazz inspirado en Nueva Orleans (titulado “Llegaré” para su versión en español) en el que expresa el deseo de cumplir sus sueños. Bailando alrededor de un molino en ruinas con su madre Eudora, Tiana fantasea con lo que será su futuro restaurante a través de una interpretación visual al estilo de Aaron Douglas, al declarar: “Pruebas y tribulaciones/ He tenido/ No hay nada que me detenga ahora/ Porque ya casi llego”.
Por qué funciona: Porque Tiana hace lo que pocas princesas de Disney habían hecho hasta ese momento: trabajar por sus propios sueños, independientemente de cualquier hombre. Sus palabras exudan confianza y seguridad en sí misma, cualidades indispensables para cualquier niña que vea la película y cruciales para la trama de esta nueva versión de la princesa y el sapo.
Momento mágico: Ver a Tiana glamurosa, vestida de blanco de pies a cabeza para presentarse en los restaurantes de sus sueños, con la cola de su vestido ondeando detrás de ella mientras su voz se desliza de una nota a otra en un verso sobre “pruebas y tribulaciones”. — N.R.
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“This Is Me” (Camp Rock, 2008)
La escena: Las superestrellas Demi Lovato y Joe Jonas (junto con sus hermanos Nick y Kevin, por supuesto) protagonizan esta película sobre un campamento musical de verano, donde el personaje de Demi toma la iniciativa y canta esta balada sobre darse a conocer ante el mundo.
Por qué funciona: Es la canción perfecta para “salir del caparazón”, durante la cual Lovato acepta su talento (y la atención del público) al tiempo que Joe adopta un papel secundario, llevando la canción al territorio de un dúo poderoso.
Momento mágico: Cuando Joe y Demi armonizan frente a frente en el coro final, durante el cual ella alcanza notas a las que aún no había llegado por sí sola. — L.H.
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“What Dreams Are Made Of” (The Lizzie McGuire Movie / Lizzie McGuire: Estrella Pop, 2003)
La escena: El sorpresivo antagonista Paolo ha hecho el ridículo en el escenario y ahora le toca a Lizzie McGuire (Hilary Duff) salvar el show. Con la ayuda del otro personaje de Duff, Isabella, ambas ofrecen una actuación espectacular que hace rugir a la multitud.
Por qué funciona: Con la inolvidable frase “cántame, Paolo”, este momento de poder femenino, acoplado a una canción que capta la esencia de la situación, es la verdadera sustancia de la que “están hechos los sueños”.
Momento mágico: Esa primera línea de “¿Alguna vez has visto una noche tan hermosa?” es un momento increíble que sorprende tanto al público de la escena como al espectador real. Ni una sola vez a lo largo de la película su personaje nos canta — ni siquiera en las escenas de los ensayo — lo que hace que este sea un momento en el que te preguntas, ¿puede Lizzie McGuire cantar de verdad? — R.J.
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“You’ve Got a Friend in Me” (Toy Story, 1995)
La escena: “You’ve Got a Friend in Me” (“Yo soy tu amigo fiel” en su versión en español), la canción que se escucha en la primera escena de Toy Story, pone de relieve la innegable amistad entre Andy y su muñeco vaquero Woody. El clip muestra a un chico poniendo sus juguetes en una caja. Woody, su favorito, es con el que pasa más tiempo jugando.
Por qué funciona: Interpretada por Randy Newman, esta fusión de country y jazz tiene una letra emotiva sobre amistad y lealtad: “Y al pasar los años/ Nuestra amistad nunca morirá/ Verás que es nuestro destino/ Tienes un amigo en mí”.
Momento mágico: La canción no solo marca la pauta para el resto de la película, sino que se ha convertido en el elemento esencial de toda la franquicia: “You’ve Got a Friend in Me” también se escucha en las escenas iniciales de Toy Story 3 y 4, demostrando aún más la importancia de los verdaderos amigos. — J.R.
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“That’s So Raven” (That’s So Raven / Es tan Raven, 2003)
La escena: “That’s So Raven”, el tema musical de la serie televisiva protagonizada por Raven-Symoné que llegó a tener cuatro temporadas a mediados de 2000, presenta al personaje principal, quien pese a tener el poder de predecir el futuro hace saber a la audiencia que ser adivina no es tan fácil como parece: “Trato de salvar la situación/ Después termino portándome mal”.
Por qué funciona: Más que cualquier otro tema de televisión de Disney de esa época, “Raven” suena como un posible éxito pop por derecho propio, con una frenética producción de R&B común en el top 40 de la radio de principios de los 2000.
Momento Mágico: “¡¡¡Me resulta tan MISTERIOSOOOO!!!” — A.U.
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“Who’s Afraid of the Big Bad Wolf?” (Three Little Pigs / Los Tres Cochinitos, 1933)
La escena: Dos cerditos holgazanes se burlan de su hermano, un laborioso albañil que pronto reirá de último en este cortometraje de la era de la Gran Depresión galardonado con un Oscar.
Por qué funciona: Por supuesto, el cerdito previsor termina siendo el héroe, pero la canción incontenible y alegre de Frank Churchill (en español “¿Quién teme al lobo feroz?”) hace que sea imposible no simpatizar con los holgazanes. Fue un éxito tan inmediato e ineludible que condujo a un contrato entre Walt Disney e Irving Berlin en 1933, dando inicio a una larga tradición de melodías lucrativas para Disney que se han vuelto parte de la cultura pop.
Momento mágico: Cuando los dos cerditos saltarines se burlan de su hermano después de que éste les advierte sobre su endeble casa, bailando música country, cantando y lanzándole pullas con redoblaba energía. — J. Lynch
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“Under the Sea” (The Little Mermaid / La Sirenita, 1989)
La escena: Sebastián el cangrejo, emisario del rey Tritón, padre de Ariel, sabe que ella planea dejar el mar para seguir al príncipe Eric en tierra, así que para convencerla de que se quede, ejecuta lo que parece todo un número de Broadway al estilo calipso.
Por qué funciona: Lin-Manuel Miranda lo expresó perfectamente al decir a Billboard en 2022 que “Under the Sea” (en español “Bajo el mar”) es, a su juicio, la mejor canción de Disney de todos los tiempos: “Es como si Sebastián defendiera una forma de vida y nos presentara un mundo mucho más hermoso que el nuestro. ¡Me dieron ganas de irme a vivir bajo el mar!”
Momento mágico: Es un deleite de principio a fin, pero la letanía musical marina a mitad de la canción, con eso de que “El tritón toca la flauta/La carpa toca el arpa”, retrata a la perfección la alquimia creativa del letrista Howard Ashman y el compositor Alan Menken. — R.M.
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“Whistle While You Work” (Snow White and the Seven Dwarfs / Blancanieves y los Siete Enanos, 1937)
La escena: Blancanieves recluta a todas las criaturas del bosque para que la ayuden a limpiar la casa, poniendo a las ardillas rayadas a fregar los platos, a las ardillas rojas a barrer el polvo y a los mapaches a lavar la ropa.
Por qué funciona: El trabajo arduo se vuelve placentero gracias a la alegre melodía de Blancanieves (en español conocida como “Silbando al trabajar”), y tomaría toda una cuadrilla de animales limpiar lo que ensucian los siete hombrecitos de la casa.
Momento mágico: Las únicas armonías que Blancanieves necesita para su melodioso silbido son las del canto de los pájaros a su alrededor, que se suman a un animado intercambio con la princesa del bosque. – K.A.
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“Supernova Girl” (Zenon: Girl of the 21st Century / Zenon: La Chica del Siglo 21, 1999)
La escena: La chica futurista en cuestión, Zenon, tiene una misión: frustrar un malvado plan para destruir la estación espacial en la que vive su familia… es decir, donde solía vivir antes de ser enviada a la Tierra a vivir con su tía, como castigo. Su objetivo secundario es asistir a un concierto en esa estación espacial, organizado por el ídolo juvenil Proto Zoa y su banda retro-futurista de pop-rock Microbe, donde tocarán su éxito “Supernova Girl”.
Por qué funciona: Porque “Supernova Girl” es increíble. Suena como si JC Chasez versionara a Duran Duran (o al revés), y para cuando escuchas por primera vez ese gancho “zoom zoom zoom” sobre un ritmo de electro-funk líquido, habrás olvidado por completo la complicadísima trama de ciencia ficción adolescente para concentrarte en tu propio boogie con la precisión de un láser.
Momento mágico: Cada vez que la banda comienza a pavonearse al unísono en el escenario, al son de ese gancho que se repite sobre el explosivo ritmo. — A.U.
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“Reflection” (Mulan / Mulán, 1998)
La escena: Después de no poder comportarse como una dama perfecta con un casamentero, Mulán de pronto ve su reflejo en un estanque, algo que la hace cuestionar quién es y quién quiere ser. Esto la anima a tomar medidas para alinear ambas cosas (como hacerse pasar por hombre y alistarse en el ejército para complacer a su padre).
Por qué funciona: En gran parte gracias a la espectacular interpretación de Christina Aguilera, “Reflection” (en español “Mi reflejo”) se ha convertido en un himno, sobre todo para las mujeres jóvenes que luchan por ser ellas mismas.
Momento mágico: Cuando canta “¿Cuándo mostrará mi reflejo quién soy yo por dentro?”, solo para repetir la frase, de manera mucho más suave, como si se diera cuenta de que solo ella puede responder. — L.H.
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“Nobody Like U” (Turning Red / Red, 2022)
La escena: 4*TOWN son los ídolos del vívido universo de Turning Red y “Nobody Like U” es su emblemático himno pop. El sencillo principal, con su abundancia de bajos y sintetizadores, tiene todos los detalles que son de esperar de una banda de chicos de principios de los 2000, incluyendo un verso de rap y pauses en la letra para bailar.
Por qué funciona: El productor/compositor FINNEAS y su hermana, la superestrella Billie Eilish, no son principiantes a la hora de crear éxitos pop y “Nobody Like U” no es la excepción. Pero a diferencia de un puñado de éxitos de Eilish, este es capaz de deleitar a todas las edades: uno no puede evitar sonreír cantando “pero no me revuelven la barriga como lo haces tú”.
Momento mágico: El bis de la canción, cuando el trío de chicas fans de Mei (Rosalie Chiang) se une a 4*TOWN para el contagioso gancho mientras su familia canta en cantonés, es un punto crucial en la película de Disney-Pixar: ayudar a la chica de 13 años a aprender a aceptar cada parte de sí misma. — D.P.
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“You’re Welcome” (Moana, 2016)
La escena: Maui (Dwayne “The Rock” Johnson) hace de “You’re Welcome” (“De nada” en español) una presentación engreída y grandilocuente de su pripia historia mitológica ante la protagonista de la película. Pero cuidado, Moana, no es más que una contagiosa distracción para engañarte.
Por qué funciona: Porque la brillante composición de Lin-Manuel Miranda nunca ha resultado tan encantadora como cuando la interpreta uno de los pocos seres humanos lo suficientemente extraordinario y consciente como para entonar una letra que dice: “No soy más que casi un tipo ordinario”.
Momento mágico: Cuando en medio de un desfile de trompetas victoriosas, en el enésimo coro de la canción, nuestra heroína inesperadamente trasluce sus verdaderas intenciones: “Voy a necesitar ese barco… ¡Porque Maui puede hacer todo menos flotar!” — A.U.
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“I 2 I” (A Goofy Movie / Goofy, la Película, 1995)
La escena: Goofy se da cuenta de que su hijo adolescente Max lo engañó para que condujera a Los Ángeles en lugar de al Lago Destiny adonde ambos iban a hacer un viaje de pesca, con el fin de aparecer en el concierto de la superestrella Powerline para impresionar a Roxanne, la chica de la que está enamorado. Goofy y Max al fin se reconcilian después de una experiencia casi fatal en el río Colorado, y Goofy demuestra que es un excelente papá al comprometerse a subir a Max al escenario con Powerline. Y después de todo esto, ¿qué mejor canción para interpretar con la estrella pop que un himno sobre estar de acuerdo?
Por qué funciona: La interpretación elegante, divertida y contagiosa de Tevin Campbell del máximo éxito de Powerline podría ser, sin duda, una canción que se escuche en la radio pop fuera del universo de Disney, por lo que no se puedes evitar moverte a su ritmo incluso 28 años después.
Momento mágico: Cuando Max por fin cae al escenario entre Powerline y Goofy, y los tres bailan al unísono la apropiada letra: “Si escuchamos el corazón del otro/ Vamos a descubrir que nunca estamos demasiado separados”. Es una muestra del amor de padre que no suele aparecer en las películas de Disney, y un momento en el que Max se da cuenta de que su papá es de veras genial. ¡Trata de no lagrimear! ¡Dale, inténtalo! — Rania Aniftos
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“DuckTales” (DuckTales / PatoAventuras, 1987)
La escena: Los patos andan fuera de control, con Rico McPato y su cargamento de billetes acompañados de los tres sobrinos traviesos del Pato Donald, Huey, Dewey y Louie. Puede que resuelvan entre todos un misterio… o reescriban la historia.
Por qué funciona: Tal como la cantó el prolífico artista de bandas sonoras Jeff Pescetto, quien también interpretó para Disney los temas de Chip ’n Dale Rescue Rangers y Darkwing Duck, el tema principal de DuckTales (PatoAventuras), ágil y lleno de trompetas, vibra con una producción tan comprometida y un entusiasmo vocal que no puedes evitar que te transporte a una tierra de desventuras avícolas.
Momento mágico: La versión extendida del tema musical en realidad contiene un gran puente. Ese “P-p-p-peligro acecha detrás de ti / ¡Hay un extraño que te busca!” es más urgente y memorable que la forma en que la mayoría de los éxitos pop conducen al coro final. — J. Lipshutz
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“Once Upon a Dream” (Sleeping Beauty / La Bella Durmiente, 1959)
La escena: Es el día en que la solitaria Briar Rose (conocida también como Princesa Aurora) cumple 16 años y está recogiendo frutillas para sus tías (conocidas también como las hadas que la protegen de la maldición de Maléfica). ¿Pero quién está en el bosque, además de sus adorables amigos peludos y emplumados? Nada menos que el apuesto Príncipe Phillip, a quien Aurora (sin ella saberlo) ha sido prometida desde que nació, y que se le presenta ahora tal como lo hizo “una vez, en un sueño”. (¡Olvida por un minuto el peligro que representa un extraño y desmáyate ya!)
Por qué funciona: Con esta encantadora melodía, Disney demostró que no hacen falta canciones grandiosas y altisonantes para lograr momentos memorables. “Once Upon a Dream” (en español “Eres tú (el príncipe azul)” captura maravillosamente la inocencia del amor joven con poco más que dos voces encantadoras, algunos coros etéreos, una orquesta apacible y, por supuesto, adorables criaturas del bosque observando todo.
Momento mágico: Todo es hechizante, desde Aurora cantando “te conozco, caminé contigo una vez en un sueño” y el “príncipe” que forman sus amigos animales, hasta su inesperado dueto con el príncipe real al cantar “me vas a amar enseguida”, y Phillip respondiendo “como lo hiciste una vez en un sueño”. (Debo decir que “Once Upon a Dream” tiene un significado adicional para mí, pues solía bailar el vals por la habitación con mi gato tarareando esta melodía, como si fuera Aurora con su búho en el bosque). — A.C.
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“Colors of the Wind” (Pocahontas, 1995)
La escena: En medio de la improbable historia de amor de Pocahontas y John Smith, ella tiene que enseñarle a él a respetar la naturaleza, dejar de lado las tendencias imperialistas y, en general, apreciar la belleza de un sitio y una cultura desconocidos.
Por qué funciona: Lo que podría haberse percibido como un torpe sermón en una película renacentista de Disney se convirtió, en cambio, en el elemento esencial de un ambicioso momento cinematográfico. La poderosa balada de Alan Menken y Stephen Schwartz (titulada en español “Colores en el viento”) recurre a la majestuosidad orquestal y preguntas retóricas para impulsar a la audiencia a pensar más sobre el mundo que la rodea.
Momento mágico: La forma en que al principio el gancho se vuelve de un muy agudo “¿Has oído al lobo llorar a una luna de maíz azul?” al desgarrador “¿Y nunca vas a oír al lobo llorar a una luna de maíz azul?” No es otra cosa que el alto nivel de Schwartz escribiendo canciones para su primera de varias película animada de Disney. — J. Lipshutz
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“A Dream Is a Wish Your Heart Makes” (Cinderella / La Cenicienta, 1950)
La escena: Cuando despierta de su sueño, Cenicienta explica brevemente la caprichosa filosofía que se esconde detrás de los deseos de sus amigos animales, antes de sumergirse en la canción “A Dream Is a Wish Your Heart Makes” (en español “Soñar es desear”).
Por qué funciona: Al compartir sentimientos parecidos a los de “When You Wish Upon a Star” de Pinocchio (Pinocho) de 1940 (lo que eventualmente se convirtió en el tema de The Walt Disney Company), “A Dream Is a Wish Your Heart Makes” recurre al patetismo para tocar los corazones de la audiencia, prometiéndole que cualquier deseo que alberguen en sus corazones puede hacerse realidad.
Momento mágico: Uno de los pájaros comienza a armonizar con nuestra encantadora princesa, cantando: “En los sueños, tu corazón dejará de doler”. Un pájaro molesto lo hace callar abruptamente, pero esto lo impulsa a volver a revolotear junto a la cama y seguir cantando al lado de ella, en una deliciosa bis. — S.M.
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“Remember Me” (Coco, 2017)
La escena: “Remember Me” (“Recuérdame” en su versión en español) es una canción clave en la película Coco de 2017, que no solo destaca la cultura del Día de Muertos de México, sino también la conexión entre el protagonista Miguel y su bisabuela Coco. La sentida canción también es crucial para la crianza de Coco, con un padre musical que estuvo ausente la mayor parte del tiempo.
Por qué funciona: Hay muchas versiones de “Remember Me” en la película: un mariachi animado, una canción de cuna dulce y una interpretación acústica sentimental, pero todas envían un mensaje de amor, nostalgia, recuerdo y, lo que es más importante, familia. La versión en español de Carlos Rivera es igual de emotiva. “Remember Me” ganó el Oscar a la mejor canción original en 2018.
Momento mágico: “Remember Me” es una canción que sin duda conecta a generaciones, y la escena que mejor la representa es una en la que Miguel le toca la canción con su guitarra a Coco. Ella no solo comienza a reaccionar a la melodía, sino que encuentra la fuerza para cantar con él. — J.R.
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“The Bare Necessities” (The Jungle Book / El Libro de la Selva, 1967)
La escena: Cuando varios animales de la jungla intentan inútilmente reintroducir al pequeño huérfano Mowgli en una “aldea de humanos”, el niño huye y se une al adorable oso Baloo, quien jura mantenerlo alejado de los humanos y procede a educarlo sobre los aspectos más refinados de la vida en la selva.
Por qué funciona: “The Bare Necessities” (“Busca lo más vital” en español) te convence de no preocuparte por las cosas pequeñas, y de contentarte con los placeres más simples de la vida.
Momento mágico: El verso de Baloo sobre cómo usar la garra para agarrar una fruta sin dañarla es uno de los grandes juegos de palabras de Disney de todos los tiempos. — E.R.B.
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“Cruella de Vil” (101 Dalmatians / 101 Dálmatas, 1961)
La escena: La película nos muestra al compositor Roger tocar una melodía traviesa en un piano hasta dar con una letra que satiriza a una excompañera de escuela de su esposa obsesionada con las pieles de animales.
Por qué funciona: Como si el humo verde que sale de la nariz de Cruella de Vil no fuera suficiente, esta burlona representación (y su respectiva versión en español) es el mejor indicador de que estamos en presencia de una archivillana de Disney. Y teniendo en cuenta que la idea de desollar a 99 cachorros es más que siniestra, la frivolidad juguetona de una melodía de jazz le imprime una pizca de ligereza a esta rara premisa.
Momento mágico: Inmediatamente antes de que Cruella entre a un apartamento en Londres exigiendo saber el estado de sus futuras pieles, Roger (cuya voz no es otra que la de Bill Lee) entona sonriente, con un aire de Bela Lugosi: “Cruella de Vil, Cruella de Vil / Si no te asusta, nada vil lo hará”. — J. Lynch
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“We Don’t Talk About Bruno” (Encanto, 2021)
La escena: La familia Madrigal se reúne en torno a Mirabel para explicar por qué no está permitido hablar del reservado y funesto Bruno.
Por qué funciona: La primera vez que la escuchas, puede que creas todas las historias espeluznantes sobre el Tío Bruno. Pero la canción (titulada en español “No se habla de Bruno”) de veras funciona cuando conoces toda la historia y te das cuenta de que éste no intenta hacer daño con sus profecías y que tampoco está tan lejos. Como canta Dolores: “¡Ya puedo oírlo!”
Momento mágico: La clara advertencia de Camilo sobre alguien de “más de dos metros de estatura con ratas en la espalda” es el verso que dio origen a un millón de memes en TikTok. – K.A.
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“Circle of Life” (The Lion King / El Rey León, 1994)
La escena: En la primera escena de la película, un sol rojo se eleva sobre una sabana africana mientras Lebo M. entona su icónico “nants ingonyama bagithi baba” y la cámara se desplaza hacia los ríos, cascadas, colinas y campos neblinosos de esta maravillosa tierra poblada por una fantástica red de animales. Al igual que nosotros, estos se dirigen a Pride Rock para rendir homenaje al recién nacido Simba.
Por qué funciona: Depende del tiempo de que dispongas. Porque los temas de la vida y la muerte que están a punto de presentarse en la película pueden resumirse en sus primeros cuatro minutos, cuando la vocalista Carmen Twille los aborda directamente en una canción (en español “El ciclo sin fin”) que habla de encontrar nuestro puesto en esta marcha donde no faltan la desesperación y la esperanza, la fe y el amor — elementos intrínsecamente vinculados, como todo lo demás, al ecosistema de la película y al nuestro.
Momento mágico: Después de ungir a Simba en la frente, el anciano Rafiki lleva al cachorro protagonista de la película al borde de Pride Rock y lo alza para que todos lo vean y se inclinen ante él, al tiempo que la canción alcanza un clímax en el que la voz de Twille se mezcla con el retumbar de los tambores, los aullidos de los monos, las trompas de los elefantes y un coro que alcanza notas muy altas. — K.B.
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“Breaking Free” (High School Musical, 2006)
La escena: Vanessa Hudgens y Zac Efron, con su cara de niño, unen fuerzas para librarse de los grilletes de la jerarquía social en las secundarias de todo el mundo en este emblemático tema de High School Musical. Efron, vistiendo su jogging de baloncesto, y Hudgens, luciendo una insignia de decatlón, armonizan con la esperanza de atraer a estudiantes de cualquier origen y clases social.
Por qué funciona: “Breaking Free” es una típica balada de esperanza, lo que puede explicar su enorme salto del No. 86 al No. 4 de la lista Hot 100 de Billboard. Su letra inspiradora y sencilla, aunada a su clásica estructura pop, hizo que la canción se convirtiera en un tema esencial para estudiantes de educación primaria e intermedia que fantaseaban con lo que debía ser high school. Advertencia: Van camino de un profundo desengaño.
Momento mágico: Cuando Efron (en realidad, Drew Seeley) canta por primera vez “¡somos libres!” cautiva los corazones de sus compañeros de clase, y para cuando llega al coro se adueña de todos, incluidos padres y maestros. — N.R.
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“A Spoonful of Sugar” (Mary Poppins, 1964)
La escena: Algo no marcha bien en casa de los Banks en Londres. Y será Mary Poppins quien venga a poner las cosas en su sitio, sin dejar de cantar una contagiosa melodía que logra que los niños ordenen su habitación con un simple chasquido de sus dedos.
Por qué funciona: La canción (titulada en español “Un poquito de azúcar”) contiene consejos incuestionables para abordar las tareas: “En cada labor/ Hay algo de diversión/ Encuentras la diversión y el trabajo es un juego”. Todo lo cual sirve para abordar las más temibles tareas, excepto calcular tus impuestos. (Nada hará que eso sea más fácil).
Momento mágico: Julie Andrews, en su papel de Mary Poppins, ejecuta un dueto con su doble en un espejo. Pero cuando la imagen del espejo trata de lucirse haciendo malabares vocales, la sensata Mary la devuelve a su sitio con una simple palabra: “Insolente”. – P.G.
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“The Climb” (Hannah Montana: The Movie / Hannah Montana: La Película, 2009)
La escena: Tras años de vivir — y ocultar con éxito — una doble vida, el viaje de Hannah Montana culmina en Hannah Montana: The Movie, una película en la que regresa a casa para reconectarse con sus raíces y la parte no famosa de su persona. La tensión aumenta en la escena final, cuando Hannah Montana actúa en un evento benéfico de su ciudad natal pero acaba por desplomarse, dejar de actuar y quitarse la peluca rubia, revelando su verdad a la única comunidad que nunca le pidió que fuera más que ella misma.
Por qué funciona: Incluso cuando debutó en esta película, resultó claro que “The Climb”, que señalaba el fin inminente de una figura con la que muchos habían crecido, significaba mucho más una sola cosa. La canción se ha convertido en una de las favoritas de los fans de Miley, y la propia artista incluso interpretó una versión especial en su especial de Disney+ a fin de promover su reciente álbum Endless Summer Vacation. Pocas canciones pueden lograr tanto universalidad como perdurabilidad cultural. “The Climb” ha logrado ambas cosas sin mucho esfuerzo.
Momento mágico: Es difícil competir con el primer estribillo de la canción que, interpretado casi a cappella, nos golpea con fuerza. Pero cuando Miley lanza su característico gemido en “y yo tengo que ser fuerte/ Seguir adelante” (sosteniendo esa última nota), siempre es increíble y se siente real. — L.H.
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“The Mickey Mouse March” (The Mickey Mouse Club, 1955)
La escena: Olvídate de las redes sociales. En 1955, solo la mitad de los hogares estadounidenses tenía un televisor. Entonces, cuando un innovador programa de variedades dirigido especialmente a los niños llegó a las pantallas en blanco y negro, de Nueva York a Nebraska, necesitaba un tema que no solo presentara el concepto del programa, sino también la idea de que cada niño televidente compartía una conexión emocional con el programa y con los demás niños.
Por qué funciona: El presentador original de The Mickey Mouse Club, Jimmie Dodd, convirtió el tema del programa en una emocionante marcha instantáneamente memorable y lo suficientemente fácil como animar hasta al niño con menos oído musical. También es una composición sorprendentemente perdurable. Cuando se reducía su velocidad para el gran final de la serie transmitida originalmente, la canción cobraba una tristeza cálida y afectuosa (“M-I-C / Nos vemos muy pronto / K-E-Y / ¿por qué? Porque nos gustas”), mientras que las versiones actualizadas sirvieron para enlazar la serie con sus numerosas nuevas versiones a lo largo de décadas.
Momento mágico: Mucho antes de que Aretha Franklin y Gwen Stefani llevaran sus habilidades de deletreo al Billboard Hot 100, Dodd demostró que si cantas las letras de una palabra en medio de una canción, es casi imposible que el oyente se resista a unirse. Sé honesto, ahora mismo estás deletreando el nombre de Mickey en tu cabeza, ¿cierto? No te dé vergüenza: es una sana diversión. — J. Lynch
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“A Whole New World” (Aladdin, 1992)
La escena: Tras intentar sin éxito conquistar a la princesa Jasmine, Aladdi da al fin con la llave para entrar al corazón de su majestad al ofrecerle un paseo en la alfombra mágica por todo el mundo. Sin los muros del palacio ni los espeluznantes visires reales interrumpiendo, la pareja tiene por fin un momento a solas para expresarse su mutua admiración.
Por qué funciona: Porque cada parte de la canción (titulada en español “Un mundo ideal”) encaja perfectamente con la tarea asignada. Las orquestaciones de Alan Menken y Tim Rice son insuperables y captan la sensación de volar alto, entre las nubes; los cantantes Lea Salonga y Brad Kane dan en el clavo al encarnar a una pareja de jóvenes que al fin puede, por una vez, experimentar la vida “real”; todo esto sin mencionar la magnífica animación que muestra a nuestros desventurados amantes dando vueltas sobre sitios históricos de todo el mundo.
Momento mágico: Hay algo en el tête-à-tête del segundo coro que es inigualable. Mientras Jasmine asume la melodía, Aladdin mantiene intacto su asombro, insistiendo, a cada paso, en que no se atreva “a cerrar los ojos” y en que si aguanta la respiración, “se va a poner mejor”. — S.D.
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“When You Wish Upon a Star” (Pinocchio / Pinocho, 1940)
La escena: “When You Wish Upon a Star” (“La estrella azul” en su versión en español) es el elemento vital de Pinocho, algo que abre y cierra la película y se reitera como un motivo musical a lo largo de ella.
Por qué funciona: Interpretada por Pepe Grillo, el narrador de Pinocho y la conciencia oficial del personaje principal, el sentimentalismo de la melodía simple y elegante capta perfectamente el espíritu de la película.
Momento mágico: Hay una razón por la cual en 1941 el tema le valió a Disney su primer Premio de la Academia a la mejor canción original, y ha sido la tarjeta de presentación musical de la compañía desde entonces: su melodía indeleble y su letra llena de esperanza transmiten una sensación de posibilidades ilimitadas. — E.R.B.
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“Be Our Guest” (Beauty and the Beast / La Bella y la Bestia, 1991)
La escena: Después de ofrecerse como prisionera voluntaria de la Bestia en lugar de su desorientado padre Maurice, Bella recibe una cálida e inesperada bienvenida de los objetos domésticos del castillo, encabezados por el candelabro Lumière, el reloj Cogsworth y la Sra. Potts, la tetera, con todo un número musical inspirado en Broadway.
Por qué funciona: La deliciosa composición de Alan Menken y Howard Ashman, junto con la siempre hermosa voz de Jerry Orbach recitando el exquisito menú (“ragout de carne de res/soufflé de queso/pastel y pudín, en flambé”) convierten a “Be Our Guest” (“Nuestro huésped” en español) en un plato aun más sabroso que el principal, y lo más destacado de una banda sonora que también incluye clásicos como “Gaston” y la balada homónima de la cinta galardonada con el premio Oscar.
Momento mágico: Lumière le recuerda a nuestra dulce princesa que su país natal solo ofrece las cosas más refinadas, presentándole un coro de platos y cubiertos que mágicamente se transforman en la Torre Eiffel, para cantar: “Después de todo, señorita, esto es Francia/ Y una cena aquí nunca es menos que mejor”. — S.M.
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“It’s a Small World (After All)” (It’s a Small World, 1964)
La escena: “It’s a Small World” se escribió, por supuesto, para la emblemática atracción del mismo nombre, aunque entonces la atracción todavía se llamaba “Children of the World” y se consideró algo secundario comparado con las otras contribuciones de Disney a la histórica Feria Mundial de 1964. Pero los Sherman Brothers, inspirados por las consecuencias globales de la crisis de los misiles en Cuba, escribieron un jingle para la atracción audio-animatrónica que sugería que a fin de cuentas todos somos realmente vecinos y, en última instancia, ayudaron a moldear las ideas clave detrás de lo que fue también una atracción de Disneyland.
Por qué funciona: Si tienes que escribir una canción que se escuchará millones de veces al año, será mejor que la hagas lo más contagiosa posible. Afortunadamente, eso nunca fue un gran desafío para los Sherman Brothers, quienes escribieron “Small World” el mismo año en que se estrenó Mary Poppins. Esto no es gran cosa para ellos e “It’s a Small World” es, de hecho, una de las composiciones más contagiosas de todo el siglo XX. Pero al contemplar su melodía no debemos pasar por alto los poderosos mensajes atemporales mde empatía y comprensión global de la canción, expresados en términos que incluso un niño de cuatro años podría entender: “Hay tanto que compartimos / Que es hora de que lo entendamos/ Es un mundo pequeño, después de todo”.
Momento mágico: El que llega alrededor de las tres cuartas partes del viaje, cuando ya has oído la canción entre 12 y 13 veces y te dices, posiblemente en voz alta: “Sabes, pensándolo bien, realmente es un mundo pequeño, después de todo”. — A.U.
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“Let It Go” (Frozen, 2013)
La escena: Después de exponer accidentalmente al reino sus poderes a veces peligrosos para hacer hielo, Elsa, desolada, se exilia en una tierra de nadie donde se forja una nueva vida. Mientras canta, sin embargo, se da cuenta de que ahora puede ser ella misma por primera vez, dejando de ser una futura reina renuente para convertirse en una hechicera todopoderosa y segura de sí misma, entre coros cada vez más acelerados y un fabuloso cambio de vestuario.
Por qué funciona: Hubo una época, no hace mucho, en la que ningún lugar público era seguro: si ibas a un supermercado, por ejemplo, estabas casi predestinado a escuchar al menos a una niña de tres años cantar “Let It Go” (o su versión en español, “Libre soy”) una y otra vez. Y aunque puede que la ubicuidad de esta canción haya saturado a algunos, incluso los más fríos tendrán que reconocer que se trata, objetivamente, de una gran canción. Las modulaciones, la voz incomparable de Idina Menzel, la escritura impecable de Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez: “Let It Go” vio la pauta fijada por las baladas de anteriores princesas de Disney y optó por establecer su propia norma.
Momento mágico: Cuando Elsa sostiene la última y elevadísima nota de “el pasado está en el pasado” antes de arrojarse al estribillo final, liberando su cabello al tiempo que se libra de las limitaciones de una princesa. Un momento tan bueno que seguramente te hará temblar. — H.D.
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“Part of Your World” (The Little Mermaid / La Sirenita, 1989)
La escena: Nuestra heroica sirena Ariel husmea en una caverna entre los artículos que ha rescatado del mundo humano (artilugios y artefactos en abundancia) dándose cuenta de que ni esta riqueza material ni su elevado estatus como la hija más joven del Rey Tritón importan mientras no pueda existir donde la gente camina, corre y juega todo el día bajo el sol.
Por qué funciona: Como un himno para cualquiera que haya anhelado la autonomía, “Part of Your World” (en español “Parte de él”) transcurre antes de la historia de amor de la película, pero en última instancia, al igual que La Sirenita, es un tratado sobre la libertad personal y sobre cómo nada importa sin ella. En este punto inicial de la trama, no hay forma de que Ariel, protegida por las circunstancias y rebelde por naturaleza, pueda prever cuán agitados estarán los mares, por lo que la canción encarna de manera legítima y emocionante un espíritu de tremendo optimismo, esperanza, aventura y deseo, y funciona como el comienzo de una búsqueda de conocimiento y experiencia que acabará por transformarla física y espiritualmente.
“¿Cuándo me tocará a mí?”, se pregunta Ariel, y 34 años después del estreno la pregunta sigue siendo vital para cualquiera que anhele el derecho a vivir la vida en sus propios términos. Podría decirse que la canción resuena con más fuerza en 2023, en medio de un clima cultural donde tantas mujeres jóvenes y brillantes y otras personas son despojadas sistemáticamente de sus libertades personales.
Momento mágico: Empezando como una conversación, la canción llega a su punto culminante cuando Ariel canta: “¿No sería encantador explorar la orilla de allá arriba?”. Pero la magia más efectiva de “Part Of Your World” reside en su bis, cuando Ariel, enamorada tras su encuentro con el príncipe Eric, cumple la promesa de la primera parte al pasar de la aspiración a la autodeterminación, con su declaración de que “No sé cuándo/ No sé cómo/ Pero sé que algo está empezando ahora/ Mira y verás/ Algún día seré/ Parte de tu mundo”. — K.B.