La “tiranía de la delgadez” sigue dominando la moda


Por

AFP

Traducido por

Diana León Banda

Publicado el



25 sept. 2023

A pesar de las afirmaciones de que la industria de la moda está adoptando cuerpos más curvilíneos, los datos sugieren que podría ser culpable de lo que un experto denomina “fat-washing”. Aunque un puñado de modelos de tallas grandes como Paloma Elsesser han acaparado la atención de los medios de comunicación en los últimos años, las cifras muestran que siguen siendo una minoría cada vez más pequeña.

AFP

Vogue Business analizó 9137 prendas presentadas durante 219 desfiles en Nueva York, Londres, Milán y París la temporada pasada y descubrió que el 0,6 % eran de tallas grandes, definidas como talla 14 o superior (talla 44 europea), que es la talla media de una mujer en Estados Unidos. Sólo el 3,8 % eran de tallas 6-12 (talla europea 36-42).
 
Esto significa que el 95,6 % de las prendas presentadas eran de la talla 0-4.

Paolo Volonte, profesor de sociología de la moda en Milán, afirma que las marcas utilizan algunas modelos con curvas para desviar las críticas.
 
“Es ‘fat-washing'”, dijo a la AFP, comparándolo con las críticas al cínico “green washing” por el que se acusa a la industria de hacer promesas vacías sobre el clima.
 
“Utilizan modelos con curvas en sus desfiles para mostrar inclusividad, pero en realidad es para preservar y mantener un sistema basado en la tiranía del ideal de delgadez”, afirmó Volonte.
 
Ekaterina Ozhiganova, modelo de 20 años y estudiante de Derecho, afirma que las marcas de lujo simplemente “se niegan a representar a la gente normal”.
 
A las mujeres de talla media “se les suele decir que adelgacen… o que se suban a la XL”, declaró a la AFP. “Ninguna de las dos cosas es saludable”, remarcó.
 
El grupo de defensa de Ozhiganova, Model Law, llevó a cabo una encuesta que reveló que nueve de cada 10 modelos se sentían presionadas para cambiar su cuerpo, más de la mitad de forma habitual.
 
“Para ellas es muy difícil hablar de ello”, afirmó. “Si te quejas, todo el mundo se limita a decir: ‘Cariño, así es el trabajo'”.
 
Cómo se convirtió en “el trabajo” es una cuestión de historia.
 
Volonte afirma que la obsesión por la delgadez se remonta al nacimiento de las técnicas de producción industrial.
 
Antes, los diseñadores confeccionaban prendas específicas para cada persona. En la era de la producción en serie, utilizan pequeñas plantillas que amplían para tallas más grandes.
 
Sin embargo, esto sólo funciona hasta una determinada talla, a partir de la cual la grasa y el músculo pueden cambiar la forma de los cuerpos de maneras más complejas.
 
“Es mucho más caro producir y vender ropa de tallas más grandes y requiere más experiencia”, explicó Volonte.
 
Al mismo tiempo, la delgadez se asoció firmemente a la riqueza, al tener tiempo y dinero para trabajar el cuerpo. Esta aspiración ha calado hondo en la publicidad y en las prácticas cotidianas de la industria de la moda.
 
Ha habido esfuerzos para cambiar las cosas desde principios de la década de 2000, cuando se extendió el temor de que las modelos de talla cero estaban fomentando la anorexia en los jóvenes.
 
Desde 2017, Francia exige que las modelos pasen exámenes médicos, mientras que los dos mayores conglomerados de lujo del país, LVMH y Kering, firmaron cartas en las que se comprometían a dejar de utilizar modelos de talla cero.
 
Pero con tallas que varían de una marca a otra, esto es difícil de hacer cumplir.
 
Los diseñadores están tan atrapados en el statu quo como los demás.
 
Mohammad Ashi, modisto de élite, afirma que la discriminación por motivos de raza y sexo se ha abordado bastante bien en la moda, pero que la forma es delicada.
 
“No intentamos evitarlo, pero desde un punto de vista industrial, no podemos producir un vestido de talla grande. Vendemos lo que mostramos y conozco personalmente a nuestras clientas. Es sólo un negocio”, declaró a la AFP.
 
El modisto Julien Fournie ha utilizado modelos embarazadas y su modelo favorita, Michaela Tomanova, tiene “seis centímetros más en todas partes que las demás”.
 
Pero, según él, “la moda sigue siendo moda… Es un mundo de fantasía y eso nunca cambiará fundamentalmente”.
 
 

Copyright © AFP. Todos los derechos reservados. La reedición o redifusión de los contenidos en esta pantalla está expresamente prohibida sin el consentimiento escrito de AFP.



Source link

Compártelo: