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No hay duda de que quien piensa en zapatos rojos piensa en esta frase de Glinda, la Bruja Buena del Norte del Mago de Oz (1939). De puntera cuadrada, con un lacito en el empeine, llenos de brillantes, lentejuelas y cuentas que generaban el perfecto contraste con el camino de baldosas amarillas que Dorothy recorrió para llegar a su destino. Así era el primer calzado carmesí que se coló en nuestra lista de deseos. Pero son muchas las historias que han contribuido a que los zapatos rojos sean tan fascinantes.
Desde sus orígenes con Luis XIV en siglo XVII de Francia posando con sus zapatos de tacón rojo y decretando que solo la nobleza podría hacer algo similar hasta la instalación de Zapatos Rojos de Elina Chauvet que representa la voluntad de la ciudadanía para eliminar la violencia de género, no hay duda de que este calzado tiene una relación cercana con el poder. Eso sí, también se trata de un color que sugiere lujuria, suerte, pasión y magia. El rojo es un aviso, nos pide detenernos en las calles. Es el color de los corazones que dibujábamos en las libretas del cole, de la lencería de encaje que nos hace sentirnos las mujeres más sensuales del universo, del telón del teatro que nos ayuda a descubrir nuevas historias y vivir nuevos mundos.
Ahora, cuando llegamos al mundo (de la moda) actual queda clarísimo que los zapatos rojos se han convertido en el mejor truco de estilismo de la temporada. Y es que así como funciona el labial rojo perfecto, los zapatos color cereza sumarán un toque interesante hasta al look más básico y sencillo mientras te hace sentir poderosa e inalcanzable.
Son esos que vienen cargados con la música de David Bowie (Let’s Dance, 1983) y de Kate Bush (The Red Shoes, 1993). También nos recuerdan a Alexa Chung y las Mary Janes de Carel que la han acompañado desde la primera década de los 2000 y que ahora encontramos en todos lados. Pero sobre todas las cosas, este otoño-invierno 2023, los zapatos rojos son un toque de alegría para los días más grises y lluviosos. Son el brillo de la pista de baile, las ganas de levantarse todos los días y la manera más fácil de encarnar el encanto de los mitos y las películas cualquier tarde.
En conclusión, invertir en un par de zapatos rojos es abrir la puerta del armario a un abanico de estilismos perfectos e infalibles. Son esa ansiada prenda que da respuesta inmediata al “¿qué me pongo?” en menos de cinco minutos de tiempo. “Ante la duda, viste de rojo”, solía decir el diseñador Bill Blass y ya puedes ir empezando por los pies.
