EL TIEMPO estuvo en Madrid para la 78.ª edición de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, el evento más importante para la moda española que se celebra dos veces al año en Ifema Madrid y en otras locaciones de la ciudad, y en las últimas temporadas se ha sumado al calendario de las fashion weeks internacionales más importantes que acontecen entre septiembre y febrero.
Desde hace casi 40 años, esta ha sido la vitrina para los diseñadores que tienen amplia trayectoria y son fieles a la cita, y para talentos emergentes que se incorporan por primera vez. En total 41 diseñadores hicieron parte del calendario: 10 desfiles off (fuera del recinto ferial), 21 diseñadores consagrados y 10 creadores nuevos. Como explica Ana Rodríguez, directora de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, en ambos casos hay concordancia.
“La moda española es identificada alrededor del mundo. Los creadores españoles tienen mucha elegancia, creatividad y siempre que vemos una pieza se identifica. También es cierto que son muy eclécticos. Tenemos diseñadores de todo tipo, cada uno con su estilo y de distintos segmentos, como fiesta, casual, femenino, colorido o luminoso. El factor común es el ADN español, la creatividad, la luz, el color que arrojan sus piezas”, dijo a este diario.

Modelo luce creación de Visori Studio durante la sexta jornada de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
En el caso de los diseñadores establecidos que presentaron sus colecciones para primavera-verano 2024, no faltaron nombres como Ágatha Ruiz de la Prada y su característica explosión de color y alegría, Jorge Vázquez quien presentó una propuesta marcada por la inspiración retro y Claro Couture, una de las casas de moda y de costura a medida más importantes en España que presentó una colección muy orgánica inspirada en el océano y tuvo como protagonista los tonos nacarados y tejidos como muselinas, gasa, tul de seda, red, pedrerías y perlas.
En ese sentido, hicieron parte de la agenda Pedro del Hierro, Hannibal Laguna, Isabel Sanchís, Lola Casademunt, Teresa Helbig y Custo Barcelona. Momentos previos a la pasarela, en el backstage, Custo Dalmau, diseñador y director creativo de la última marca mencionada, le dijo a EL TIEMPO: “También presentamos esta colección en Nueva York y la hemos titulado Objects of Desire, porque tratamos de crear el deseo en las mujeres, a través de piezas emocionales que las seduzcan. Son 60 salidas con color y fusión de materiales que hacen parte de nuestra genética. Son piezas que tratan de crear emoción”.

Propuesta de Isabel Sanchis.
Uno de los aspectos más llamativos de la gran pasarela española fue el interés de varios diseñadores por darle valor al trabajo artesanal y por rescatar técnicas y tradiciones de los maestros artesanos de España. Uno de los exponentes fue la marca Simorra que dio a conocer su colección Ancestral Weaving. Su propuesta recupera técnicas del trenzado y da protagonismo al trabajo que nace de las manos como entrelazados, bordados y anudados.
En las notas de prensa, afirmaron: “Es una propuesta de origen que quiere rendir homenaje a la mujer, la técnica textil y la comunidad, para poner en valor los conocimientos tradicionales transmitidos de generación en generación a lo largo de los años. Juegos de nudos y trenzados creando flecos que decoran blusas, vestidos y faldas”.
Por su parte, JCPajares hizo una apuesta por el lujo artesanal con su colección Annual 23-24. Antes de comenzar la pasarela, el diseñador explicó en un video: “Hemos creado una red de artesanos de Castilla-La Mancha para seguir reviviendo y darle nuevos códigos estéticos a técnicas centenarias que están a punto de desaparecer”. En los looks se vieron encajes, cerámica, bordados y estampados pintados a mano, en patrones innovadores, siluetas sexies y oversize.
El evento culminó con su tradicional apuesta por el futuro, de la mano de diseñadores emergentes. Las nueve promesas que se subieron a las pasarelas fueron Tíscar Espadas, Visori, Crack, Binya, Corsicana, Georgiela Studio, Emeerree, Javier Guijarro y Boltad.
“Son 39 años con una gran historia, proyectos a futuro que estamos implementando y en esta edición vimos frutos de lo que hemos sembrado a lo largo del tiempo. Tenemos espacios de dinamización que han hecho que los amantes de la moda sepan que estos cuatro días, aquí físicamente es el punto de encuentro. Es un balance muy positivo, en el que destacamos la gran cantidad de personas y a los amantes de la moda que vienen a recoger información, de una manera muy transversal, no solo con las piezas que acá se presentan, sino en otras áreas, con diferentes patrocinadores que están aportando otros espacios”, mencionó Ana Rodríguez.
Camila Villamil Navarro – Para EL TIEMPO
@camilavillamiln
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