Así es la combinación de colores del momento que no podemos quitarnos de la cabeza

Pocas alianzas de colores pueden competir contra el blanco y negro como combinaciones infalibles. Su atemporalidad hace que tengan un hueco omnipresente entre las colecciones invernales temporada tras temporada, incluido este año. Sin embargo, entre las tendencias de otoño invierno 2023-2024 ha surgido inesperadamente otra propuesta que encantaría a Stendhal. O al menos, en la teoría: el escritor francés tituló así, Rojo y negro, a una de sus novelas cumbre que nos vale como chascarrillo literario para poner en contexto el look por excelencia del momento. Pongámonos en situación: ya hemos mencionado en incontables ocasiones que el rojo va a ser el color por excelencia de estos meses. Todas las marcas han apostado por él en mayor o menor medida, tirando hacia tintes más vibrantes o hacia más pardos (tipo oxblood).

Sin embargo, la cuestión radica en la forma de combinarlo. Más allá del total look, mezclar rojo y negro se convierte en ese combo cromático que nos tiene obsesionadas. La pasarela es la mejor prueba de lo bien que casan: funciona con una falda negra transparente y una camisa western, como en Bode, o unos pantalones de raya diplomática y una chaqueta larga de tweed, como vimos en Chanel. En Balmain, las chaquetas entalladas de inspiración años 50 se conjuntan con unos pantalones negros aterciopelados, un poco en la misma línea que proponía Balenciaga en su colección de Alta Costura de otoño. Eso sí, con cazadora de patrones oversize.

A la hora de llevar medias, la fórmula funciona en ambos sentidos: optar por un jersey de punto y unas bragas rojas sobre pantis negros, en línea con la colección de Ferragamo, u optar por unas medias rojas y fundirlas con una falda de volantes a juego, bajo americana negra, como hizo David Koma.

Cómo combinar rojo y negro en otoño 2023

La pauta de la pasarela no podría ser un ejercicio más sencillo de aplicar. Sin embargo, otra idea puede pasar por partir de unos pantalones rojos. Así, puede sumársele una cazadora o un top negro y cualquier calzado que se nos ocurra. Unas Converse, unas zapatillas blancas clásicas o unos botines claros puede ser la forma perfecta de llevar este combo de colores de cara al frío.

Hasta la estética colegial tiene potencial para traducirse al rojo y negro. Se puede partir de una falda de cuadros roja para añadirle color negro en las prendas superiores, como un jersey con logo o una cazadora de cuero. Unos calcetines del mismo tono y unos mocasines en blanco y negro ponen el broche perfecto a un estilismo original que juega con cuatro tonos en varias texturas.