Antonio José: «Mi talento lo descubrieron la vida y la gente, no la televisión»


Las firmas de discos las carga el diablo: el artista y su equipo, en especial su manager, pueden programar el saludo a los fans y la dedicatoria de los vinilos o de los compactos para que duren una hora, pero las estrellas son las estrellas y los seguidores son los seguidores. Así que Antonio José, que se deja querer, empieza con la tarde apenas avanzada a atender a sus admiradores -y sobre todo admiradoras- y termina cuando la noche es ya cerrada.

El manager de la Universal ve cómo el chico de Palma del Río se desenvuelve con naturalidad: «Es de los artistas que mejor funcionan en nuestra compañía», señala el representante cuando ya están agotadas las copias de ‘El Pacto’, el último trabajo del cordobés que abanderó a España en Eurojunior 2006 y que se alzó con el triunfo en la tercera edición de ‘La Voz’, de Telencinco, en 2015.

-Sus fans corean con entusiasmo el «adónde vamos» de una sus canciones. ¿Y adónde va ahora la carrera de Antonio José?

-A seguir haciendo música para ellos, a seguir intentando tocarles la fibra. Una de las cosas de las que me doy más cuenta cuando hago música es de que uno de los principales motivos por los que me muevo es intentar hacer a la gente más feliz con mis canciones y transmitirles todo lo que tengo por dentro, y que de alguna manera se refugien en mi música.

-Porque usted cree que la música es eso, un refugio.

-Para mí sí. Sin ninguna duda. Lo ha sido, lo es y lo seguirá siendo toda la vida. La música es la razón de vivir, como una religión.

-¿En qué fase disfruta más, en la composición, cuando está grabando en un estudio o al tocar en directo?

-Yo creo que el momento más bonito que tiene el hacer un disco es cuando estás componiendo la historia, ese momento en el que estás desnudando todos tus sentimientos y los estás tratando de plasmar en una canción. Ése es el momento más especial, porque ahí es donde está la creatividad, donde está tu historia, donde está tu vida y lo que quieres contar. Ése es el momento que más admiro de mi profesión y en el que más cómodo me siento.

-Creo que era John Lennon el que decía que para componer una canción que hablara de temas universales se ponía a pensar en una sola persona, en una persona en concreto.

-No le faltaría razón, seguro. Yo nunca pienso que lo que escribo puede llegar a trascender, porque yo escribo principalmente para mí, para sanarme, para sacar todo lo que tengo dentro. Porque al fin y al cabo la música es mi vía de escape, mi hilo conductor con mi público. Y siempre digo que, por mucho que escribas para ti, una canción ya no es tuya una vez que sale de ti, sino que forma parte de la vida de mucha gente y cada uno hace su propia historia a partir de ella. Eso es lo más no bonito y el regalo más grande que te puede dar la música.


El catante palmeño sonríe a su público


VALERIO MERINO

-Acaba usted de llegar de viaje de América. No para.

-Sí… Hemos estado en Argentina, en Chile, en México, en Uruguay, en Colombia, en Ecuador, en Perú… La verdad que estoy muy contento. Y ojalá que siga así por mucho tiempo, que la vida y la música me permitan brindarle todo mi cariño a mi gente.

-¿Qué siente uno cuando ve y escucha a miles de personas corear un estribillo que se le ha ocurrido, quizás, en un momento cotidiano de la vida diaria, mientras pasea o mientras está desayunando?

-Ése es el premio. El mayor premio. El encontrarte con tu gente y comprobar que se saben la canción mejor que tú. Ése es el premio, ya digo, de un artista: ver cómo te abrazan al cantar tus canciones con tanta energía. Eso no tiene precio, y es muy difícil explicarlo con palabras. Es lo máximo.

-Ahora empieza una gira por Andalucía.

-Sí, empezamos con un concierto en Fuengirola y el último, en noviembre, es en Granada.

-¿El público de Andalucía es especial?

-Por supuesto. Andalucía es mi hogar, en mi casa, es mi esencia, es lo que soy, y venir aquí a cantar es un verdadero placer y honor, porque además me siento muy querido en mi tierra. Es algo muy grande.

-¿Le gusta Joaquín Sabina?

-Me encanta. El maestro.

-Cuando el boom de ‘Operación Triunfo’, un mundo con el que usted tiene que ver, él ironizaba con que el programa en cuestión era en realidad una gran operación contra el fracaso escolar.

-Bueno, yo no pertenezco a ese mundo al que se refiere.

-Hombre, su talento se descubrió en la televisión.

-Yo creo que no. Eso fue algo anecdótico en mi vida. Mi talento lo descubrieron la vida, mi gente, mi madre, mi padre. Lo otro, la televisión, fue una ventana, como muchísimas otras que hubo en mi vida: tuve la oportunidad de que se diera y fue un momento creo que para enmarcar por todo lo que viví, por todo lo que aprendí y por toda la gente que tuve la oportunidad de conocer. Después cogimos el toro por los cuernos y vino lo difícil, que fue mantenerse y seguir haciendo música. No soy muy partidario de lo que se suele decir, porque los grandes artistas que tenemos en este país han salido siempre de algo así, y hay que darle valor a lo que tiene valor, y no podemos desprestigiar lo que no es posible desprestigiar. El maestro [Joaquín Sabina] tiene esas cosas, es un revolucionario de la música y de la política y yo lo respeto y lo admiro, pero hay veces que no comparto. Por suerte estamos en un país democrático por fortuna y cada cual puede opinar y decir lo que quiera.

-¿Alguna vez pensó que podía llegar hasta aquí?

-La verdad que nunca he sido mucho de pensar más que en el día a día. Siempre he dicho aquello de lo que está para ti aunque te quites y lo que no esté aunque te pongas. El tiempo de Dios es perfecto: me sentido en cada momento con la fuerza de hacer lo que me ha salido y lo que me ha movido. Peleo desde que me levanto hasta que me acuesto por serlo. Intento dar siempre lo máximo de mí, y servir de ejemplo a los jóvenes que quieren cumplir su sueño. Nada en la vida es fácil, aquí nada te regalan nada, eso es lo que intento transmitir. Sé que no soy plato de buen gusto para todos, pero tampoco pretendo serlo. Me marco mis objetivos y quiero seguir siendo el mismo. Me quiero mostrar siempre como soy, que es lo que me han enseñado en mi casa.Creyente-Tiempo de Dios ha dicho. ¿Es usted creyente?-Yo soy muy creyente. Me refugio mucho en mi fe, en mis creencias, porque es algo que he mamado desde era pequeñito. Estoy feliz de tener algo a lo que aferrarme.

-Qué hay de Córdoba y de Palma del Río en sus composiciones.

-Todo. Porque Córdoba y palma del Río son mi ADN. Son mi casa, son mis raíces. Aquí está mi familia, aquí está lo que soy. Aquí he aprendido a respirar, a hablar, a enamorarme… tantas cosas y todas están impregnadas en mí, y eso lo plasmo en las cosas que escribo, en mis historias.

-¿Cuáles son sus artistas de referencia?

-Bueno, mi padre y mi madre, que son quienes han luchado siempre y quienes me han dado las herramientas para que yo pueda luchar en mi vida. Más artistas: mi abuelo, mi abuela…

Ancestros

-Ya hombre, pero artistas que canten.

-Es que mi abuelo cantaba y tocaba la guitarra. Era pintor, era escultor… Luego hay otros artistas que han servido de mucho en mi música, como por ejemplo Alejandro Sanz, el maestro Sabina.

-Aunque diga las cosas que dice.

-Bueno, pero hay que quererlo. Es un ser especial. Y Rocío Jurado, que me ha inspirado por su fuerza, por su valentía, por su saber estar en el escenario. Podría decir algunos más.

-¿Reguetón u ópera?

-Ópera. No me gusta el reguetón.

-Y qué piensa de la gente a la que sí le gusta.

-Bueno, no pienso nada. Sobre gustos, los colores. Cada uno es libre de ser y de querer lo que crea mejor. Yo siempre voy a estar del lado de quienes se parten la cara por hacer buena música de verdad.

-¿Se le puede ir a uno la cabeza con la fama? ¿Usted lo ha sentido así?

-La verdad es que no. Yo siempre he tenido los mismos amigos de siempre, a mi familia cerca y Dios quiera que por muchos años. La fama te cambia si tú quieres, si te alejas de tu persona. No sólo pasa en la música, en cualquier profesión tienes que ser consciente de la mierda que has tenido que tragar para llegar al sitio en el que estás.

-¿Y con el dinero?

-El dinero es lo peor que tenemos en el mundo. El dinero es sucio, rastrero, hipócrita. El dinero es todo lo malo que hay aquí. No me gusta el dinero. No me gusta ni hablar de él.



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