Tanto para la próxima cosecha de trigo como para la recolección de la gruesa 2023/2024, los márgenes sobre la rentabilidad económica esperada aún no son claros.

Las estimaciones, como siempre, dependen de muchos aspectos, pero el factor climático se destaca sobre el político y económico. En tal sentido, la tecnología draper (cabezales de lona) para cosecha aporta significativamente para achicar la brecha por pérdidas de rendimiento.

Todos los analistas coinciden en que los efectos colaterales de la sequía podrían impactar no sólo en el poco trigo que se podrá cosechar, sino también en las estimaciones de la soja que viene por delante.

En ese sentido, desde la empresa Piersanti aseguran que más que nunca los atributos de la plataforma draper le brindarán la competitividad necesaria a productores y contratistas rurales.

Valeria Piersanti, gerente de ventas de la empresa con sede en Noetinger, asegura que la reducción de pérdidas de granos por cabezal, el ahorro de combustible en la cosechadora y, por supuesto, al aumento de horas trabajadas por día, serán diferenciales importantes en la ecuación de cosecha.

“Es ahí donde aportamos nuestra experiencia y tecnología draper para acompañar a que la cosecha sea más rentable” aseguró la ejecutiva de la empresa.

Desde Piersanti reconocen que una buena siembra comienza con una buena cosecha del cultivo antecesor.

Valeria Piersanti, gerenta de Piersanti

Disminuir hasta un 20% las pérdidas de granos por cabezal aplicando la tecnología del cabezal de lona puede llegar a ser un diferencial importante en un año de escasos rendimientos.

“Otro factor clave del sistema draper con sistema de corte flexible y flotante es la reducción de consumo de combustible de la cosechadora. Nuestros ensayos a campo demuestran que se puede ahorrar hasta un 15% de gasoil por hectárea” asegura Valeria.

Desde 1986, la empresa genera tecnología en sistema de corte y recolección de cereales mediante plataformas con sistema draper para trigo, soja, arroz y legumbres. A partir de sus desarrollos se ha convertido en un referente en estas herramientas de cosecha.

Comunidad de las Buenas Cosechas

En la 76a Exposición de Jesús María, que se realizó del 8 al 10 de septiembre, Piersanti aprovechó la oportunidad no sólo para mostrar la tecnología que fabrica y comercializa en Argentina, países limítrofes, o como a Colombia y Kazakstán, sino también para empezar a difundir el concepto de la Comunidad de las Buenas Cosechas.

Se trata de un programa creado por la empresa de maquinaria agrícola, a través del cual busca crear una comunidad organizada de productores y contratistas con el objetivo de liderar el diálogo público sobre la eficiencia en el proceso de cosecha.

“Este proyecto lo estamos afianzando, primero puertas adentro de la organización y luego, con nuestra red de ventas. Buscamos ser referentes, no solo por nuestros aportes a la tecnología draper nacional, sino por la necesidad de fijar puntos en común con la gente de campo sobre el verdadero significa de las buenas cosechas su impacto en la eficiencia del proceso” argumentó la empresaria.

El proyecto de la Comunidad de las Buenas Cosechas busca sostener el posicionamiento de la firma en el mercado nacional, aportando evidencias y resultados a campo, con un compromiso que trasciende el slogan de la marca.

Para alcanzar esa meta, desde Piersanti se han propuesta diferentes caminos para concretar esa comunidad. El primero tiene que ver con la organización interna de la empresa, activando el compromiso del personal con la promesa de la marca.

A partir de ello, se están demarcando nuevos procedimientos de trabajo y se ejecutan inversiones notables en infraestructura y capacitación constante.

Luego, el trabajo con orientación al cliente, o a un potencial usuario de los equipos de la marca, está previsto efectivizarse de la mano de su red de agentes de ventas.