Frases de amor
10 Frases de amor de Shrek que puedes dedicar a tu pareja

Érase una vez un ogro verde llamado Shrek que vivía en un pantano muy lejano, en donde disfrutaba de sus largos baños de barro y su peculiar concepto de la higiene. Sin embargo, su vida da un giro radical cuando su soledad se ve interrumpida por una serie de divertidos, ocurrentes y molestos personajes salidos de cuentos clásicos.
Basada en el libro infantil de 1990 escrito William Steig, esta es la trama que cautivó a millones de personas alrededor del mundo en el año 2001, cuando la película más popular de DreamWorks llegó a la pantalla grande. El filme recaudó en taquilla casi 500 millones de dólares a nivel mundial, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos cinematográficos de los últimos años.
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De hecho, Shrek ganó el Oscar a la mejor película animada y fue seleccionada en el Festival de Cine de Cannes de 2001. Mike Myers, Cameron Diaz, Eddie Murphy y John Lithgow fueron los encargados de prestar sus voces a los protagonistas de la película, mientras que en la versión doblada al español Eugenio Derbez le dio vida al Burro, Alfonso Obregón a Shrek, Dulce Guerrero a la Princesa Fiona, Humberto Vélez a Lord Farquaad y Antonio Banderas al Gato con Botas.
Este mes de mayo, Shrek cumple 21 años, y para celebrar este día tan especial, recordamos algunas de las frases románticas más icónicas de la película, ¡ideales para conquistar a la persona que te gusta!
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10 Frases de amor de Shrek que puedes dedicar a tu pareja
1. “No importa todo lo que la gente diga de ti, lo que importa es lo que tú crees que eres”.
2. “Vi esta flor y pensé en ti porque es bonita, y bueno, en realidad a mí no me gusta, pero creí que te gustaría porque tú sí eres bonita”.
3. “¿Sabes qué fue lo mejor de este día? Que pude volver a enamorarme de ti una vez más”.
4. “Está fuera de mis manos, señorita, los vientos del destino han soplado sobre el mío. Pero nunca te olvidaré, eres el amor de mi vida”.
5. “¿Qué deseo has pedido?
— Que todos los días sean como este”.
6. “Quiero lo que toda princesa quiere, vivir por siempre con el ogro con el que me casé”.
7. “Pero no entiendo, se supone que debo ser hermosa.
— Pero tú eres hermosa”.
8. “Las estrellas no predicen el futuro, cuentan historias”.
9. “De noche una apariencia, durante el día otra, esa será la norma. Del primer beso de amor verdadero surgirá la verdadera forma”.
10. “Shrek: Fiona, te quiero
Fiona: ¿De verdad?
Shrek: De verdad de la buena”.
Frases de amor
50 frases cortas y bonitas para celebrar el día de Todos los Santos

El día 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, una fecha señalada en el calendario para quienes han perdido a alguien a quien querían. Es un día para recordar a los que se han ido, despedirlos y venerarlos. Pero no siempre es fácil encontrar las palabras adecuadas para hacerlo, dado que el dolor suele impedirnos dar con ellas. Por eso hoy te traemos estas frases para el Día de Todos los Santos con las que podrás recordar a los que ya no están.
Frases para abuelos bonitas y que les llegarán al corazón
¿Por qué se celebra el día de los Santos?
El Día de Todos los Santos se celebra por el Papa Gregorio III, que durante su tiempo como pontífice (entre el 731 y el 741 d.C.) consagró una de las capillas en la Basílica de San Pedro en honor a todos los Santos. De esa forma, decidió que debía haber un día en el que todos los santos fueran venerados, al menos una vez al año.
En cuanto a la fecha elegida, se cree que corresponde con una festividad de los pueblos germanos, lo que encaja con el objetivo de la Iglesia de eliminar los ritos paganos arraigados en la población europea.
¿Qué se celebra el día 1 de noviembre?
El día 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos. Según la tradición, este día se dedica a honrar a los seres queridos que han fallecido. Por ello, se visitan los cementerios para recordar a los nuestros y se adornan sus tumbas con flores u otros elementos ornamentales.
Aunque esta no es la única fecha importante religiosa marcada en el calendario. Echa un vistazo a estas frases de Semana Santa y a estas frases de Navidad para repasar otras celebraciones importantes.
¿Qué nos enseña el día de los Santos?
El Día de Todos los Santos nos enseña mucho sobre la tradición y la fe cristiana, dado que es una fecha religiosa. En la misma se celebra que los muertos han superado el purgatorio, santificándose, para llegar junto a Dios y gozar de la vida eterna.
¿Quieres saber más sobre otras ceremonias religiosas? Echa un vistazo a estas frases de la primera comunión con las que explicamos a los más pequeño la importancia de este rito.
Frases cortas de despedida de un ser querido
Despedirnos de las personas a las que amamos es un paso esencial para superar el duelo. Por eso hoy te traemos estas frases de despedida de un ser querido, que puedes escribir o decir en este Día de Todos los Santos.
- No hay despedidas, dondequiera que estés, estarás en mi corazón.
- Un adiós puede parecer eterno.
- Qué suerte tengo de tener algo que hace que decir adiós sea tan difícil.
- Recordarte es fácil, desprenderme del dolor es imposible.
- Nunca te olvidaremos.
- Tú te has ido, pero yo no te olvido.
- Tu estrella brilla como ninguna.
- Una vida sin ti es como un jardín sin flores.
- No existen palabras para describir lo mucho que duele despedirme.
- Nunca me gustaron las despedidas, así que contigo diré hasta pronto.
- Nunca creí que ibas a irte tan rápido.
- Fuiste todo para mí, te echaré mucho de menos.
- Eras mi cielo, una luz que iluminaba todo. Y ahora tengo que conformarme con verla lejos.
- Es tan doloroso tener que despedirme de ti.
- Adiós querido mío.
- Te digo adiós, pero te recordaré toda la vida.
- Gracias por dejarme estar incluso en los últimos momentos de tu vida, hoy tengo que despedirme, pero nos volveremos a encontrar, lo sé.
Frases de recuerdo a un ser querido
Recordar a nuestros seres queridos es lo más importante del Día de Todos los Santos, y por eso te dejamos estas preciosas frases que te ayudarán a hacerlo.
- Sé que nos cuidas desde el cielo, te querremos siempre.
- Quisiera tener una escalera enorme para subir al cielo, felicitarte y abrazarte una vez más, pero me consuela tu recuerdo.
- Tu recuerdo siempre vivirá en mi memoria.
- Extraño una parte de mí que se fue contigo.
- Tu recuerdo siempre estará en mi alma.
- La nostalgia me invade cuando tu recuerdo me acecha. Te extraño.
- Que no te encuentres aquí ahora, no significa que estés lejos de mis sentimientos.
- Ya no estás a mi lado, pero te siento tan cerca como siempre.
- Que no te encuentres aquí ahora, no significa que estés lejos de mis recuerdos.
- No hay palabras para expresar el dolor que siento en mi corazón, pero hay miles que describen mi amor por ti. Te extraño todos los días de mi vida.
- Espero que estés en paz y que ya no tengas ningún dolor. Mi amor por ti fue más grande de lo que cualquier palabra pueda expresar.
- La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos.
- Dónde quiera que estés, quiero decirte que te tengo en mi mente y en mi corazón para siempre.
- Sé que desde el cielo me cuidas, pero aquí en la tierra me haces mucha falta.
- Cada vez que estoy triste porque te echo de menos, recuerdo lo afortunado que soy de haberte tenido siempre a mi lado.
- Te queremos y siempre te recordaremos con amor.
- El dolor de tu pérdida pasará a ser nostalgia por el tiempo que compartimos juntos.
Una de las pérdidas más duras a las que todos nos enfrentamos es la de la madre. Por eso te dejamos estas frases cortas para recordar a una madre fallecida, que te ayudarán a llorar tu dolor en este Día de Todos los Santos.
Frases para un difunto
Despedir y recordar a los difuntos es parte esencial del Día de Todos los Santos. Con estas frases que te dejamos a continuación, podrás despedirlos como merecen.
- Solo me queda decirte adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti.
- Ya no estás a mi lado, pero te siento tan cerca como siempre.
- Esto no es un adiós, es un hasta luego. Volveremos a encontrarnos.
- Cuando alguien al que amas se convierte en un recuerdo, la memoria se convierte en un tesoro.
- Siempre tendré presente tu cuerpo y tu voz, aunque pase el tiempo y no te encuentre entre nosotros, tu alma sigue conmigo.
- Mientras viva, tú también vivirás para siempre en mi recuerdo.
- Te quiero y sé que cada día del resto de mi vida te echaré de menos.
- Tu cuerpo se ausentó, tu alma se quedó.
- En mi memoria estarás para la posteridad.
- El cielo ganó un ángel con tu partida.
- Solo me queda el consuelo de pensar, que alguien que ahora está en el cielo, vela por mí.
- Nunca se olvida a una persona que se quiere y se pierde, simplemente se aprende a vivir sin ella. Nunca se llena el vacío que deja, simplemente se hace un poco menor.
- En cada aniversario me duele tu ausencia, pero agradezco tener también tantos recuerdos bonitos a tu lado.
- Hoy mandaré mil abrazos y besos al cielo y esperaré que lleguen rápido a ti… te echo de menos, te adoro.
- Gracias por quererme como nadie lo hará.
- Aunque no estés a mi lado, te siento muy cerca, nunca te olvidaré.
Frases de amor
Cómo aprender a ser padre (por el terapeuta Jorge Bucay)

El comúnmente llamado instinto maternal aparece en todas las especies en mayor o menor grado, llegando a la excelencia entre los mamíferos, entre los cuales, por supuesto, nos incluimos. Este instinto (fuerza natural no aprendida y pulsión vital) funciona como un reaseguro para la continuidad de las especies.
Entre nosotros los humanos nos parece lógico y natural que en las primeras horas después del nacimiento el foco de la atención sean la mujer y su bebé. La construcción de la diada madre-hijo es muy importante para la supervivencia de la cría, pero no está exenta de riesgos: en función de la familia puede degenerar en un muro infranqueable, incluso para el padre.
padres íntegros, comprometidos y amorosos
Intento dejar establecido mi desacuerdo con todos los conceptos que sobrevaloran y por ende sobrecargan la responsabilidad y la tarea de la madre.
Creo que es hora de empezar a hablar de instinto de procreación en lugar del discriminador instinto maternal y así aceptar que esta ley natural (a pesar de los matices de la innegable diferencia de géneros), nos incluye a ambos, hombres y mujeres por igual.
Para mí, como hombre, como terapeuta, como médico y, sobre todo, como padre es evidente que los seres humanos, no sólo poseemos una sexualidad inspirada en elementos más complejos que la simple reproducción, sino que, además, sentimos hombres y mujeres la misma necesidad de trascender.
Intento en este artículo ayudar a los varones para que no acepten papeles secundarios, sino que se transformen en padres íntegros, protagonistas de primera categoría, comprometidos, amorosos y compañeros.
Varones capaces de asumir la tarea que les corresponde en este proceso, hombres que se hagan cargo de su papel en la pareja, padres responsables del legado que queda más allá de nosotros, para la siguiente generación.
Recuperar el instinto
Lo verdadero se hace más diáfano al corazón abierto y honesto que a la demostración intelectual (“lo evidente siempre es difícil de demostrar”, dice Josef Pieper). Lo auténtico es más certero para el que ama que para el que razona.
¿Qué nos habrá pasado que el ser padre no es ya un deseo natural ni evidente, sino una especie de remolino, cuestionado, rechazado u omitido? ¿Donde perdimos el camino? Quizá, como sugiere Pieper, razonamos demasiado y sentimos muy poco.
Quizá sólo eso alcance para empezar a comprender el porqué de tanta crisis personal, tantos problemas familiares, tamaña distorsión del vínculo amoroso y semejante crisis de valores.
Vivimos rodeados de niños que no son engendrados en parejas unidas por el amor. Millones de seres humanos nacen de una relación circunstancial o pasajera entre un hombre y una mujer, es difícil que haya a la vista un padre y una madre que comparten un proyecto y se proyectan en sus hijos.
Si pensamos en estas relaciones tan efímeras que se esfuman a los pocos años de las criaturas (quizá incluso antes de su nacimiento), pasando de ser casi nada a ser un mal recuerdo, la paternidad quedará reducida forzosamente a un mero hecho accidental, aislado, disociado, en muchos aspectos indeseable y en enfrentamiento con la maternidad.
Esta disputa entre padres y madres, muchas veces violenta, atenta directamente contra el desarrollo personal de los niños. A todo infante le cuesta comprenderse como persona y a los nacidos en entornos de conflicto mucho más (no olvidemos que la filiación familiar es precisamente nuestra primera identidad).
Para agravar el problema los medios masivos de comunicación nos informan y difunden los hechos y sus estadísticas de manera tan instantánea y desmedida que involuntariamente favorecen cierta globalización de las noticias y de los comportamientos. La consecuencia es tan nefasta como previsible: circula el falso convencimiento estadístico de la “normalidad” de lo disfuncional, lo que induce a vivir como inocuo lo lesivo y como banal una cada vez más peligrosa pérdida de referentes. Es aquí justamente donde se hace más relevante el papel de padre.
Paternidad y autoridad
La palabra pater tiene un origen latino relacionado con la palabra patrón; no en el sentido que hoy le damos (de dueño) sino en su verdadero significado: protector.
De paso la etimología nos habla también del origen de otra palabra relacionada de igual modo con los hombres, “macho”. Ésta viene de masuls, que se traduce como indomable o salvaje.
Parece claro entonces que los hombres muy “machos” difícilmente se adapten a un hogar. La palabra padre señala desde su origen el antagonismo entre paternidad y machismo. El macho no está para cuidar a nadie, el padre sí.
En lo coloquial la palabra padre designa la filiación genética, la función parental y la suma de ambas.
La psicóloga y escritora Irene Meler dice: “El padre no es un espermatozoide , ni tampoco un apellido, padre es el que ama, cuida y disfruta de la relación con sus hijos”.
La frase es clara aunque quizá no baste. En principio, los términos madre y padre aparecen a nuestros ojos como relacionados con la familia y es curioso enterarse que el término familia, procede también de un palabra latina famulis, que originalmente aludía al lugar donde esclavos y siervos vivían bajo el mismo techo con el señor de la casa.
Esta representación lingüística de nuestra cultura patriarcal define desde el origen el supuesto papel del padre dentro de la familia. Quizá por eso durante siglos esa autoridad fue aceptada sin ser objeto de reflexión, estudio ni cuestionamiento.
El compromiso del padre y el desarrollo del niño
Hoy abundan las familias basadas en relaciones simétricas que van sustituyendo poco a poco aquella relación patriarcal.
Esto se debe principalmente al cambio de comportamiento de las mujeres y las modificaciones del grado de conciencia de muchos hombres, y también a que dado que los hijos en la sociedad actual son sagrados, su venida a este mundo es un gran desafío que impone más inversión de tiempo y de dinero para conseguir que sean personas de éxito, involucrando para ello por igual a ambos padres, en todos los aspectos.
A las ocho semanas se ha comprobado que, al aproximarse la madre, los recién nacidos responden con un ritmo cardiaco y respiratorio más lento, aflojan los hombros y bajan los párpados; en cambio, cuando se acerca el padre, se les acelera el ritmo cardiaco y respiratorio, tensan los hombros, abren los ojos y se vuelven más activos.
Si los niños desde que nacen están equipados para descubrir al padre y diferenciarlo de la madre, esto implica que la conexión con aquél es necesaria e importante para su desarrollo.
Los niños que han tenido un buen padre entre los primeros dieciocho a veinticuatro meses de vida son más seguros en la exploración del mundo que les rodea, son más curiosos y menos dubitativos frente a los nuevos estímulos.
Estos niños están más preparados para la escuela, tienen mayor tolerancia a la tensión y la frustración, están más capacitados para esperar su turno, mantienen suficiente interés en su trabajo y confianza en sus propias capacidades.
La comprensión de la situación ajena, el autocontrol, la postura ética y el desarrollo físico parecen estar más determinados por el compromiso del padre en la crianza y educación que por el de la madre.
Muchos de nosotros crecimos creyendo que solamente teníamos tres funciones: la de proveedor, la de protector y la de administrador de la disciplina.
Muchos padres realizan dos y hasta tres trabajos para que a sus hijos no les falta nada, sin darse cuenta de que tantas horas de trabajo implican menos tiempo y energía para los niños. Los padres a menudo piensan que es más importante proveer dinero para los pañales de los hijos que tener tiempo para ayudar a cambiárselos.
La mayoría de los hombres de mi generación parimos hijos creyendo que debemos mantener el control sobre todo lo que toquen y hagan nuestros hijos, dado que somos responsables de todo lo que les pase, incluyendo por supuesto el rendimiento escolar, y evocando el viejo concepto de macho, que amenaza frente a su hijo con golpear a cualquiera que le haga mover de su lugar del valiente y fuerte superhéroe.
El nuevo padre
Ser padres hoy es romper con esos clichés tan limitantes. Animarnos a aprender de las mamás; levantarse algunas noches cuando el bebé está llorando, involucrarse en el trabajo diario de cambiar pañales, tener al bebé en brazos y, sobre todo, pasar tiempo con los hijos.
Decía un padre a su pequeña: “Cada vez que te cambio los pañales tú me cambias la vida”.
No hacen falta grandes cosas, pequeños momentos justifican el vínculo: remontar una cometa, ir a pescar o leer juntos. Incluso los padres que trabajan durante largas horas pueden tomarse unos pocos minutos para abrazar o besar a su hijo y preguntarle cómo fue su día.
Pero para hacerlo deberán renunciar a su papel de duro, deberán aceptar su sensibilidad, deberán reconocerse vulnerables. Y el hombre clásico se niega a aceptar esa realidad porque confronta con los valores masculinos con los que fue educado.
Con los hombres que no lloran. Llorar es cosa de mujeres. Y cocinar, y limpiar la casa, y cuidar los niños, y lavar la ropa… Nuestra cultura está organizada en torno a definiciones de lo que es masculino y lo que es femenino.
De hecho las palabras connotadas con más fuerza: poder, dinero, trabajo, deporte, triunfo … son palabras de género masculino. En cambio aquellas que nos introducen en un universo más tierno son palabras femeninas: LA ternura, LA compasión, LA suavidad, LA caricia, LA compañía, LA contención…
El nuevo hombre
Pero hay nuevos hombres. Padres que eligen delegar trabajo o renunciar a ciertas oportunidades para dedicar parte de su tiempo a criar y disfrutar de sus hijos.
Cada vez se ven más padres paseando carritos con niños en los parques, en horario laboral, hombres que participan de las reuniones escolares, hombres que se atreven a hablar de educación y de sentimientos, hombres que tras un divorcio encuentran un espacio nuevo y único con sus hijos, sin una mamá que medie.
Hombres jugando en el jardín de infantes; hombres cargando bebés que súbitamente se calman “sólo en brazos de papá”; hombres que lloran de emoción y abrazan y se dejan abrazar; hombres pujando con sus mujeres en la sala de parto, viviendo la maravillosa experiencia de ser padre, justamente desde adentro.
Hombres modernos que van encontrando espacios para lo que fue celoso dominio de lo femenino. Los varones debemos aprender a ser papás tanto como las mujeres a ser mamás y nuestro papel es importante desde el comienzo.
La simbiosis entre la mamá y el bebé no durará para siempre. El desarrollo del niño exige que pueda distanciarse de la figura materna para ganar independencia, y aquí la presencia del padre es fundamental.
La tarea es des-estructurarse cuidando esa diada madre-hijo que a partir de determinado momento puede transformarse en patológica.
El garante del conseNso
La familia ideal es un vínculo que puede nutrir a todos y donde todos pueden nutrirse.
Una relación en la que cada uno puede desarrollarse en cada etapa de la vida según sus potenciales personales y sus necesidades individuales.
La pareja se funda en el consentimiento. No se trata de dos voluntades, la del hombre y la de la mujer, sino de una voluntad conjunta que es única, que es la del nosotros en la que el tú y el yo se encuentran.
Así como la mirada estereoscópica es la que consigue percibir la profundidad de la realidad gracias a la suma de la visión diferente de ambos ojos, de la misma manera la suma de las miradas de ambos padres en una pareja le da profundidad a la tarea de ser padres.
Por eso el consenso no puede ser la imposición por parte de uno de su voluntad al otro, porque esa uniformidad resta profundidad y es el resultado de la prepotencia y no del encuentro.
Obtener un consenso verdadero es engendrar una decisión que será reconocida y aceptada por los dos como la voluntad y decisión nuestra.
Este proceso por el que dos, respetándose y comunicándose, concuerdan lo conjunto, ha de ser, además, tutelado, protegido y salvaguardado una y otra vez.
Es precisamente en esta labor, la de garantizar el consenso, en la que el varón como pareja y como padre tiene una especial responsabilidad. Padre no significa dominador ni prepotente; no significa la garantía de obediencia debida, no equivale a la supresión del consenso en nombre de la superioridad de la voluntad masculina, sino que, antes bien, es la capacidad de ser el servidor, el garante y el gran responsable de que el acuerdo del nosotros ocurra de verdad con igual participación y con respeto mutuo.
LA NO-VIOLENCIA DE UN PADRE
Es sabido que Gandhi derrotó sin una sola arma a la corona inglesa y legó a la humanidad la filosofía de la no-violencia, que considera exclusivamente medios rectos ante cualquier tipo de negociación
Gandhi mismo cuenta los últimos momentos de su padre yaciendo enfermo de muerte en su cama.
Dias antes unos compinches, jóvenes como él, le habían sugerido que le robara un anillo de oro de la mesita de noche para comprar tabaco Gandhi lo había hecho, pero la crisis moral no había tardado en aparecer.
El joven había pensado en suicidarse, pero finalmente entregó a su padre una confesión escrita.
Lo que pasó luego es parte de su relato: “Temblaba cuando se la alargué. Él la leyó hasta el final y mientras lo hacía resbalaban por sus mejillas lágrimas como perlas que iban a caer al papel. Él nada me dijo, me acarició la cara y cerró los ojos. Eso fue todo, pero esas lágrimas, esas perlas de amor, purificaron mi corazón y lo limpiaron del pecado para siempre.
Sólo quien ha conocido un amor semejante puede comprenderlo. Fue mi primera y más importante lección de no-violencia, aunque sólo alcancé a ver en ella el amor de mi padre.”
Frases de amor
Frases románticas para acompañar tus flores amarillas este 21 de septiembre
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Regalar flores amarillas a familiares, amigos o parejas el 21 de septiembre se ha convertido en una tradición en las redes sociales de México, Argentina y Perú. Sin embargo, la mayoría de la gente sigue sin entender por qué esta fecha es el mejor momento para hacer este detalle. Aunque hoy en día miles de personas regalan estas flores, otras utilizan las plataformas sociales para dedicar hermosos mensajes. En Mag te compartimos algunas frases que puedes utilizar este día.
¿Por qué se regalan flores amarillas el 21 de septiembre?
De acuerdo a El Espectador la fecha donde se regalan flores amarillas coincide con el inicio de la primavera en países del cono sur como Argentina y Chile.
Mientras que el portal Semana explica que se regalan flores amarillas en esta fecha porque el color amarillo está ligado a la amistad, además de los logros personales y la felicidad. Pero no solo eso, pues añade que se asocia a la celebración de la vida.
Frases de flores amarillas
- Tu amor es mi sol, iluminando cada día de mi vida, como estas hermosas flores amarillas.
- Así como estas flores amarillas, tu amor trae luz y alegría a mi corazón en cada momento.
- En cada pétalo de esta flor amarilla, hay un pedacito de mi amor por ti.
- Al igual que estas flores amarillas, nuestro amor siempre está en flor, radiante y lleno de vida.
- El amarillo de estas flores es el color de la felicidad que siento a tu lado.
- Estas flores amarillas son como tu luz en mi vida: brillantes, cálidas y llenas de amor.
- Así como estas flores iluminan la habitación, tu amor ilumina mi corazón.
- Cada pétalo amarillo es un reflejo de la alegría que traes a mi vida. Te amo.
- Al igual que estas flores amarillas, nuestro amor es eterno y siempre floreciente.
- El amarillo de estas flores es el color de la felicidad que siento a tu lado.
- Estas flores amarillas son un símbolo de nuestra felicidad y amor compartido.
- Como estas flores amarillas, nuestro amor brilla en cada momento que compartimos.
- Tus abrazos son como estas flores amarillas: cálidos, reconfortantes y llenos de amor.
- Cada flor amarilla representa un recuerdo especial que compartimos juntos. Te amo.
- Así como estas flores amarillas, nuestro amor florece y crece cada día que pasa.
Flores Amarillas de Floricienta
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